TENIS | PREMIER STANFORD

Muguruza barre también a Konjuh y ya está en semifinales

La española se deshizo de la joven croata de 19 años por 6-1 y 6-3 en poco más de una hora. Se enfrentará este sábado (04:00, Tdp) a Madison Keys.

Muguruza barre también a Konjuh y ya está en semifinales
EZRA SHAW
Nacho Albarrán
Nació en Madrid en 1972. Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense. Entró en AS en 1996 para documentar partidos de fútbol y estuvo en Cierre antes de encargarse, durante cinco años, de la delegación de Asturias. Después formó parte del equipo de Ediciones y fue redactor de Baloncesto. Desde 2017 se ocupa del tenis día y noche.
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Garbiñe Muguruza avanza como una apisonadora en el Premier WTA de Stanford. La española, que se había deshecho de la estadounidense de 17 años Kayla Day en segunda ronda en tan solo 58 minutos, pasó por encima también de otra jovencita, la croata Ana Konjuh (19), a la que venció por 6-1 y 6-3 en poco más de una hora. Muguruza lleva ya bastante tiempo mostrando la concentración y la solidez que se le demandaban para poder dominar en el tenis femenino con una solvencia acorde a sus condiciones físicas y tenísticas. En semifinales, se enfrentará en la madrugada española del sábado al domingo (04:00, Teledeporte) a Madison Keys.

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El primer set fue casi un paseo para Garbiñe, que sin sacar especialmente bien (aún así ganó un 82% de puntos con primeros) restó de maravilla ante una rival con bastante buen servicio a la que amedrentó de salida en su primera cita. El revés a dos manos le funcionó con profundidad y colocación. Así se apuntó un break en blanco nada más empezar. Lo consolidó y sumó otro para el 4-0, rumbo al triunfo a toda máquina. Muguruza no se despistó en ningún momento y cerró el parcial con un solo juego perdido.

En la segunda manda, Konjuh cambió de actitud. Salió más agresiva y eso le proporcionó el gusto de aguantar ante una máquina de meter golpes al menos hasta el sexto juego, en el que volvió a ceder su saque. A Garbiñe, que olió de nuevo la sangre, le entraron las prisas y no perdonó. Acabó con 17 golpes ganadores y 13 errores no forzados, cifras suficientes para dominar sin problemas.

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