Julian Edelman y Stephon Gilmore se lían a palos
Los dos jugadores de los New England Patriots se enzarzaron en una jugada y tuvieron que ser separados tras lanzarse puñetazos. Fueron expulsados.
Los New England Patriots han sido hoy protagonistas de uno de esos asuntos que están presentes en las pretemporadas de la inmensa mayoría de equipos de la NFL, pero en la que ellos suelen quedar exentos, aunque sólo sea porque a Bill Belichick le producen urticaria.
Se trata de una pelea. El receptor Julian Edelman y el nuevo cornerback estrella del equipo, Stephon Gilmore, fichado a bombo y platillo (y por mucho dinero) en la agencia libre, discutieron por una jugada en la end zone. El receptor acusó al defensa de cometer holding y éste no se achantó ante el veterano, y claro líder del vestuario, a la hora de defender que la jugada había sido legal. Se quitaron los cascos y se liaron a puñetazos llegando a revolcarse por el suelo hasta ser separados por sus compañeros.
Nada, ya digo, que no suceda en casi todos los equipos. Este deporte es agresivo y violento y se entienden estos choques como algo normal. Más aún si tenemos en cuenta que las defensas y los ataques viven separados en sus respectivas burbujas y que el enfrentamiento entre ambas unidades en los entrenamientos son a cara de perro: a nadie le gusta perder y son evaluados en base a esas jugadas.
Sin embargo, Belichick ha dicho en numerosas ocasiones que no le gustan un pelo estos calentones. En otras franquicias no sólo se toleran sino que pareciese como que se fomentan. Se les quita hierro y se subraya que son parte del espíritu del football, que todo queda en el vestuario y que un poco de fuego por parte de los jugadores siempre es bueno, aunque se pasen un poco de la raya.
Para demostrar que esa visión no es la suya, ni lo será nunca, el gran mandamás de los New England Patriots mandó a ambos hombres al vestuario expulsándolos del entrenamiento, una medida poco común en la NFL.