Mike Tomlin quiere dejar claro a Le'Veon Bell que es prescindible

Una de las grandes historias de este verano en la NFL es Le'Veon Bell. El extraordinario corredor de los Pittsburgh Steelers, uno de los mejores running backs de la NFL, se encuentra en el limbo contractual porque aún no ha firmado su contrato como "jugador franquicia" con el equipo. Aunque este le convertirá en el mejor pagado de la liga en su puesto, con más de doce millones de dólares por una sola temporada, el jugador no se encuentra ni cómodo ni contento por no tener una relación de larga duración con la franquicia y está mostrando su disgusto de esta manera. Es decir: ni firma ni entrena con los Steelers.

La lógica indica que más temprano que tarde estampará su firma en ese contrato anual y se unirá a sus compañeros pero, mientras tanto, en Pittsburgh están haciendo todo lo posible por mostrarle que no es imprescindible y que se puede vivir sin él.

El mayor ejemplo de todos es el que ha dado el entrenador de los Steelers, Mike Tomlin. En la última sesión de entrenamientos se dedicó, de forma ostensible para todos los periodistas, a glosar la figura de James Conner, RB rookie de la plantilla. A voces, celebró cada una de sus carreras diciendo que le encantaba el jugador y que se mostraba imparable para la defensa.

Cuando concluyó la sesión fue preguntado por Bell y respondió que no iba a perder el tiempo hablando de gente que no estaba con el equipo y que, sin embargo, sí que iba a hablar de lo bien que lo estaba haciendo Conner. Que sería una falta de respeto para el chaval ponerse a comentar algo sobre jugadores que no estaban trabajando con ellos.

El mensaje es claro y meridiano: Bell, eres prescindible.

Es mentira, por supuesto. No deja de ser una táctica más para forzar al jugador a volver a la disciplina de la franquicia y a aceptar que será el año que viene cuando tenga que negociar un contrato de larga duración, sea esto justo o no. Porque lo que es también evidente es que Le'Veon es un jugador único y la pieza sobre la que rota el ataque de los Steelers cuando está sano y puede rendir al 100%.

Tomlin usa la figura de Conner, en este caso, porque sabe que el chaval, más allá del talento que tenga, es un ídolo en Pittsburgh. Su camiseta ha sido la más vendida de entre todos los rookies de la NFL porque jugó para la propia universidad de la ciudad y, allí, superó un cáncer. Eso le ha convertido en un icono y la gente quiere verle triunfar a lo grande en los Steelers.

¿Se dará por aludido Le'Veon Bell? Lo dudo. Ese estilo suyo tan característico de correr, como andando, parado incluso, detrás de la OL y esperando a que se abran los huecos necesarios para meterse por ellos y arrancar las yardas a las jugadas lo está ejecutando a la perfección también en sus tácticas negociadoras. De momento, sigue mirando el momento de acelerar hasta el training camp.