Los cinco momentos que marcaron el histórico UFC 214
Jon Jones noqueó a Daniel Cormier en el 3º asalto para volver a reinar. Woodley se exhibió contra Maia y Cris Cyborg volvió a sacar su pegada. Noche para no olvidar.
La UFC no quería perder la oportunidad de aprovechar el foco mediático en el que le ha situado el Mayweather vs McGregor. Dana White era consciente de que debía hacer un gran evento antes de ese pleito, para así enganchar a muchos seguidores. Dicho y hecho. El UFC 214 ya ha pasado a la historia de la compañía, no sólo por poner en liza tres títulos, sino por la calidad de los mismos. Exhibiciones de Jon Jones, Tyrone Woodley y Cris Cyborg para acabar la noche como reyes. Su autoridad fue incontestable, pero varios detalles marcaron el devenir de sus combates, los repasamos.
1- La pegada de Cyborg mete miedo
Cris Cyborg es apodada la luchadora más dominante y no es por casualidad. La potencia que es capaz de imprimir en cada uno de sus golpes la convierte en una amenaza constante. Ese factor es conocido por sus rivales. Algunas evitan la pelea, como hizo Megan Anderson que rechazó el combate, y otras lo hacen sobre el octágono, como Tonya Evinger. Su rival en el UFC 214 mostró demasiado miedo y lo pagó. Evinger se limitó a correr para no ser castigada, olvidándose de pelear. La estrategia hizo aguas, como no podía ser de otra manera, y acabó cediendo ante la presión y pegada y de la brasileña.
2- Tyrone Woodley acertó en la lectura del combate
Los combates empiezan mucho antes de que suene la bocina. Premisa muy importante que Tyrone Woodley rentabilizó a la perfección ante Demian Maia. El campeón del peso wélter conoce muy bien sus posibilidades y estudió las del brasileño. Maestro del jiu-jitsu, sinónimo de evitar el suelo. Woodley fue percutiendo una y otra vez a Maia y pudo finalizarle en varias ocasiones, pero cuando caía al suelo el campeón se alejaba y esperaba que se levantase. Le daba así aire y no conseguía el KO, no le importaba. Su estrategia era castigar, evitar el suelo y seguir castigando. Lo logró y se llevó la victoria de manera brillante.
3- Maia no tenía plan B
Si la estrategia de Woodley fue precisa, la de Maia hizo aguas por todas partes. El brasileño también conocía las virtudes de su rival, pero pensaba que lograría un agarre que le diese la victoria. Por ello, se dedicó a aguantar los duros golpes del campeón y a perseguir un agarre que nunca llegó a rozar. Woodley trabajó muy bien las esquivas y supo magullarle desde el inicio. Todo sin fisuras, Maia debía poner otro plan... pero no lo tenía. Acabó exhausto de perseguir al campeón en busca del suelo. Fracasó en la lectura y en la táctica del combate.
4- Cormier supo salvar la diferencia de envergadura
Jon Jones no quiso dejar nada a la improvisación y comenzó a mandar sin titubeos desde el inicio. Aprovechó su mayor envergadura para golpear a Cormier y no exponerse. Mandaba con claridad el aspirante, pero en el final del primer y segundo asalto DC lograba cortar bien la distancia y llegar con peligro. De hecho, al final del primer asalto hizo daño a Jones, que reculó contra la reja tras notar una derecha recta del campeón. En el segundo asalto Cormier supo recortar bien la diferencia y llegó con más peligro, rompiendo la envergadura del excampeón. La balanza se igualaba, hasta que todo cambió por un golpe.
5- Jones fue letal en su primera oportunidad
El recorte de esa diferencia de envergadura fue clave, sin duda. Jones se dio cuenta y buscó la corta distancia, ya que aprovechándose de su mayor tamaño no había conseguido llegar con certeza. Todo lo contrario, Cormier había pegado más. El cambio de plan le funcionó y Bones 'cazó' a Cormier en el primer despiste que tuvo. La patada fue letal. Y llama más la atención porque fue el primer golpe claro que consiguió asestar a Cormier. El campeón resistió, pero con un rodillazo más, su segundo golpe conectado, dejó KO al campeón y recuperaba su cetro del semipesado.
