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OPERACIÓN SOULE

El villarismo pretende perdurar en la Federación hasta 2020

Villar no piensa dimitir, sus directivos pueden gobernar en interinidad. Sólo el TAD puede inhabilitarlo, pero debe haber antes un juicio.

MadridActualizado a
El villarismo pretende perdurar en la Federación hasta 2020

Villar no tiene la más mínima intención de dimitir como presidente”, aseguró ayer a AS un dirigente federativo. Físicamente Villar está encarcelado en la prisión de Soto del Real, pero mentalmente sigue encastillado en su ego: en la Federación mando yo. Aunque esta tarde (19:00 horas) el CSD se reunirá para suspenderle de sus funciones, eso no significa que se le quite el cargo de presidente. Y Villar, que no podrá ejercer su cargo pero sí mantener el puesto, tiene un plan.

La última carta que se quiere jugar Villar es forzar la imposición de un sistema de suplencias al frente de la FEF que impida la celebración de nuevas elecciones a la presidencia. Gobernaría en interinidad la guardia pretoriana de sus directivos (presumiblemente Marcelino Maté, Esther Gascón u otros). Villar ganaría tiempo para preparar su defensa pero, sobre todo, para seguir moviendo los hilos desde la sombra. La alarma salta porque legalmente es posible. La FEF puede ser gobernada de forma interina hasta 2020, pues no hay ley que obligue a la FEF a convocar elecciones a la presidencia hasta el segundo semestre de 2020, cuando finaliza la actual legislatura. Es decir, que aún con Villar en la cárcel, el villarismo puede alargarse en el tiempo.

Para entender el proceso conviene aclarar la diferencia entre suspender e inhabilitar. La suspensión es algo temporal, que es lo que hará hoy el CSD suspendiendo a Villar y a Padrón de forma provisional y cautelarmente. El CSD sí está facultado para suspender, pero no para inhabilitar. Inhabilitar es como una condena. Inhabilitar a Villar sólo lo podría hacer el TAD, pero es necesario que se resuelva antes la vía penal (juicio a Villar). Una vez que Villar sea juzgado y condenado, el TAD estudiaría su inhabilitación para ostentar cargo alguno.

Hasta que la vía penal no se sustancie, el tiempo juega a favor de Villar. Llegados aquí es cuando cobra importancia lo que suceda hoy. A las seis de la tarde está convocada la Junta Directiva de la Federación; a las siete, la Comisión Directiva del CSD y, a las ocho, la Comisión Delegada de la FEF, que marcará los puntos del día a tratar por la Asamblea General que se celebrará un día después, el miércoles. Nada es casual. Cuando se reúna la Comisión Delegada ya se sabrá si el CSD ha suspendido a Villar o no.

Entonces desde la Federación pondrán en marcha el mecanismo de suplencia de la presidencia. En sus estatutos está estipulado que en caso de ausencia del presidente sus funciones serán ejercidas por el vicepresidente primero, si no el segundo, el tercero, el Tesorero, etc...

La estrategia de perpetuar el villarismo sólo lo podría evitar el CSD cambiando la orden ministerial en relación a la convocatoria de elecciones, pero ese intervencionismo podría provocar un choque con el Comité Olímpico Español (COE), pues crearía un precedente para el resto de federaciones deportivas.

Todo esto quedaría en nada si Villar ofrece su rendición, si dimite voluntariamente. Si no lo hace, los tentáculos de Villar son tan largos que podría seguir gobernando la Federación desde el otro lado de los barrotes.