Real Madrid-United: 5 conflictos para entender su relación actual
Históricamente, la relación entre ambos clubes no fue mala. Pero algunos eventos en la última década enturbiaron esa buena sintonía. Los analizamos aquí.
Real Madrid y Manchester United se verán las caras este domingo, a las 23:00 horas de España, en el Levi’s Stadium de Santa Clara (California). Dos de las instituciones más importantes del fútbol europeo, cara a cara en el estreno de pretemporada para el conjunto blanco, encuadrado dentro de la prestigiosa International Champions Cup. Las relaciones históricas entre ambas entidades han sido buenas: Di Stéfano y Sir Bobby Charlton sentían admiración mutua, el club inglés facilitó la salida de Beckham con destino al Madrid en 2003, Old Trafford aplaudió con deportividad las exhibiciones de Redondo y Ronaldo… Pero eventos sucedidos en los últimos años han enturbiado esa buena sintonía. Analizamos cinco de ellos, los más significativos, para entender cómo es la relación entre ambos clubes hoy en día.
El traspaso de Cristiano
El final fue plácido y beneficioso para todos, en principio: Cristiano cumplía su sueño de jugar en el Madrid, Florentino traía (con precontrato firmado por la anterior directiva de Ramón Calderón) al Madrid al vigente Balón de Oro (unos meses después se lo arrebataría Messi) y el United se embolsaba el mayor traspaso de la historia en aquel momento, por 96 millones de euros. Pero el camino hasta ese final fue tortuoso. El Madrid empezó a intentar el fichaje en 2007 y se encontró con la negativa del United, a lo que cabía sumar la dificultad añadida de que en Inglaterra no se establecen cláusulas de rescisión, por lo que es imprescindible llegar a un acuerdo con el club poseedor de los derechos del jugador. Sir Alex Ferguson, entrenador del United por entonces, se negó en redondo y focalizó su ira por los contactos del Madrid con el jugador en Ramón Calderón, tilando incluso al Madrid de “equipo de Franco, que conseguía lo que quería porque le daba la gana”. Se negó a venderle al portugués al entonces presidente blanco en el verano de 2008, aunque se comprometió a hacerlo un años después. El precontrato quedó firmado y, tras la dimisión de Calderón y la llegada de Florentino en 2009, Cristiano acabó finalmente en el Real Madrid. Años después, aficionados del United llegaron a hacer volar una avioneta sobre El Madrigal rogando a Cristiano que regrese a Old Trafford. El dinero que recibieron no vale tanto como los más de 400 goles que el portugués ha logrado con la camiseta del Madrid.
Los octavos de final de la Champions 2012-13
El último enfrentamiento oficial entre ambos equipos data de principios de 2013, cuando ambos se vieron en octavos de final de la Champions League. Tras el 1-1 del Santiago Bernabéu (goles de Welbeck para el United y de Cristiano para el Madrid), el conjunto inglés, todavía dirigido por Ferguson, se plantó en la vuelta con la ventaja de haber marcado en campo ajeno y con una disposición defensiva casi impenetrable. El tanto en propia puerta de Sergio Ramos puso aún más cuesta arriba la tarea para el Madrid, pero todo cambió en apenas tres minutos: en el 56’, el árbitro turco Cakir expulsó a Nani tras una dura entrada sobre Arbeloa con roja directa; y en el 59 entró en el campo Modric, sustituyendo al propio Arbeloa. Siete minutos después, el croata igualaba la eliminatoria con un derechazo desde fuera del área que entró tras tocar en el poste izquierdo de De Gea; un tiro imparable. Y otros tres minutos después, Cristiano hizo el 1-2 a pase de Higuaín, un tanto que no celebró por respeto a Old Trafford. Con sufrimiento, pero el Madrid accedía a cuartos de final. Ferguson no acudió a la sala de prensa por su enfado con el árbitro; envió a su ayudante, que habló de una decisión “dura e increíble”. Mourinho, por su parte, dio un palo a sus jugadores instantes después de haber remontado la eliminatoria: “En mi opinión, el mejor equipo ha perdido”.
El gatillazo de De Gea
El principal punto de disensión entre ambos clubes llegó el último día de agosto de 2015, cuando Real Madrid y United se disponían a cerrar el traspaso de De Gea al club blanco. El conjunto inglés trató de convencer al meta de que se quedase en Old Trafford, pero su apuesta era decidida y el último día del mercado en España se acordó la operación, que incluía también la venta de Keylor Navas al United. Pero el club británico mandó demasiado tarde los documentos y el Madrid no los remitió a tiempo a la Liga, por lo que el fichaje no se hizo. En los días posteriores, ambos clubes se culparon mutuamente sobre quién había sido el culpable de semejante gatillazo; Florentino argumentó que fue el United el que tardó casi ocho horas en devolver firmados unos contratos que deberían haberles llevado mucho menos tiempo y acusó a sus directivos de “falta de experiencia”, recordando incluso que algo parecido les había sucedido un año antes con Coentrao, cuando era el United el que lo quería firmar. La opción De Gea siguió viva, pero Keylor se asentó en la portería del Madrid, siendo el portero de la Undécima y la Duodécima, y el club blanco desestimó firmarle este verano, centrando su mirilla en Donnarumma, el previsible gran portero de la próxima década.
La pugna por Pogba
El verano pasado, ambos clubes se fijaron en Paul Pogba, que deseaba salir de la Juventus tras haberlo ganado casi todo allí. El United, que había poseído al jugador en su etapa de canterano y no le consideró importante para su futuro, quería enmendar el error para así darle a Mourinho, recién llegado a Old Trafford, el jugador franquicia que pedía. Por otro lado, Zidane solicitó al Madrid que intentase su contratación, pese a no ser una prioridad dentro de una plantilla que ya contaba con Modric, Kroos, Casemiro, Kovacic, Isco, James… Finalmente, el Madrid descartó la operación por cara; no en vano, acabaría siendo el fichaje más elevado de la historia: 120 millones de euros. Un buen pedazo de ese traspaso fue a parar a las manos del representante del francés, el polémico Mino Raiola (que también lleva a Ibrahimovic, Donnarumma, Lukaku, Mkhitaryan…), con el que el Madrid no guarda buena relación por su perfil lenguaraz y dado a declaraciones explosivas.
Morata: 90 millones o nada
El último capítulo de los desencuentros entre Madrid y United tuvo lugar hace apenas unos días: el conjunto inglés pretendía firmar a Morata y presentó al Madrid una oferta que rondaba los 70 millones fijos, más otros 10 millones por objetivos. Sin embargo, el Madrid comunicó al futbolista y al club interesado que sólo saldría por la cantidad que pretendía el equipo blanco, cercana a los 90 millones: 80 fijos y 10 variables. La diferencia parecía salvable, pero el United se desmarcó girando su objetivo hacia Lukaku, del Everton, por el que han pagado unos 85 millones de euros. Las malas lenguas de Inglaterra hablan de que Mourinho utilizó a Morata para rebajar los 100 millones que el Everton pedía inicialmente por Lukaku; el técnico portugués, por su parte, explicó recientemente las razones de su cambio de objetivo: “El interés era obvio y público, pero no hemos llegado a un acuerdo porque el Madrid está en su derecho de poner el precio que quiera”.