En Galibier, hacia arriba y abajo

Hoy hemos visto una gran etapa con una lucha fiera por el maillot verde. No han dado lugar a escapadas, haciendo un trabajo intenso los equipos de los sprinters, y han recibido la recompensa de los puntos del sprint intermedio y del de meta. Doble premio. Han jugado con que Kittel tiene problemas cuando la carretera se empina. Matthews, que pasa bien los puertos, ha puesto a Sunweb a trabajar casi toda la etapa, primero para que dejar atrás a Kittel y luego para que no entrara. Aún hay diferencias en esta clasificación, y quedan puntos donde podrían recortar más, aunque yo creo que el alemán se vestirá de verde en los Campos Elíseos.

Mucho aire y nervios entre los favoritos. De los que luchan por el podio sólo Dan Martin se quedó atrás. Contador también, pero ésa ya no es su guerra. Ese tiempo perdido le debe dar igual. Tiene que pensar en las dos próximas etapas. Para mañana sería bueno mandar a alguien por delante, como Mollema, que se adapte bien al perfil del recorrido para que Alberto pudiera probarlo en Croix de Fer o Télégraphe.

Entre los favoritos vamos a ver dos carreras mañana, una subiendo y otra bajando. Hay que resaltar la bajada que hay desde Galibier, uno de los puertos más importantes de esta edición, hasta la llegada en Serre Chevalier. Ese descenso, y más con el precedente de Porte aún fresco, será duro. Tirarte hacia abajo desde 2.600 metros hace que los reflejos no estén al 100%. Los que tendrán que atacar son Aru y Bardet, dos buenos bajadores, porque son los que más tienen que perder en la contrarreloj final (no sólo con Froome, también con Urán). Landa, sin embargo, estoy seguro de que tendrá que estar pegado a su líder por si se requiere su ayuda, dudo que le dejen libertad para atacar.