Costa Rica ve seguro su puesto

Se juega una nueva Copa Oro sin el estandarte de Costa Rica en el arco, aunque aun así partía como favorita. Pero la ausencia de Keylor Navas está justificada. La pretemporada para el portero era necesaria y no por algún temor de perder su puesto, sino para mantener el gran nivel que lo tiene como intocable en el once de Zidane en el Real Madrid. Dos Champions seguidas y una Liga, qué más tiene que demostrar, si lo es todo. Lo que sigue es mantener el nivel. Lo decían Sergio Ramos y Marcelo tras la Duodécima, Keylor es parte indispensable de un vestuario que costó acomodar, y ahora mismo es sólido. Es un líder que el Madrid necesita, atrás quedaron los tiempos de duda.

Esta pretemporada es especial para el tico, hace un año no pudo hacerla por la lesión que le hizo pasar malos e ingratos ratos. Era lógico, aquello le hizo verle mal e inseguro, porque nunca contó con un espacio de solvencia, de fuerza en Chamartín, prácticamente con pie y medio fuera a cada rumor. Sin un debate, sin títulos. Que De Gea, que Courtois, que Donnarumma, y el resto del tren... Eso le hizo más fuerte. El Keylor de hoy está feliz. Si cuando llegó al Bernabéu estaba de sobra motivado, tres años después su coraza es impenetrable. Le han llovido ofertas, pero es de esos futbolistas de antaño, primero está su sueño, el escudo que anhelaba defender. Keylor seguirá en el Madrid más perfecto de los últimos 15 años, nadie se atreve a decir lo contrario.