W Deportes
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NATACIÓN | MUNDIALES BUDAPEST

Mireia: “Con un oro y un récord mundial lo lograría todo”

Mireia Belmonte (Badalona, 1990) atiende a AS en Sierra Nevada. Mañana viaja a Budapest, donde afrontará el reto de ser campeona mundial en piscina de 50 metros.

México
Mireia, en el CAR de Sierra Nevada.
Pepe Villoslada

A las 13:56 de un lunes cualquiera, Mireia Belmonte atiende a AS en Sierra Nevada, a 2.300 metros de altura. Acaba de comer después de hacer cardio, más de dos horas de natación y una hora de gimnasio. El tiempo le escasea a la nadadora de la UCAM, que cuenta los minutos para descansar antes de otra sesión de tarde al límite. No frena la badalonesa, que tiene un nuevo reto en Budapest. Mireia se acomoda en los sofás del bar de la primera planta, coge aire y reflexiona sobre el futuro más próximo y ese camino que le lleva a Tokio 2020. Mañana viaja y el domingo arranca con otro programa exigente. El cronómetro del Mundial ya está en marcha.

—¿En qué le ha cambiado la vida después de lograr el oro olímpico?

El gran cambio ocurrió después de los Juegos de Londres, en 2012. Aquello fue como una explosión. Pero el oro de Río no me ha cambiado nada, ni a nivel social ni mental. Sigo siendo la misma, y continúo tomándome la natación como siempre.

—Ha repetido que este año no empieza un ciclo nuevo, sino que prosigue el de los Juegos de Río. ¿Tiene entre ceja y ceja conseguir el oro en este Mundial?

Después de los Juegos tuve dos meses de vacaciones, pero no quería hacer más porque sabía que luego me iba a costar entrar de nuevo en la dinámica de grupo. Quería aprovechar el buen trabajo que hice preparando Río para este Mundial, y quizás sí sea el año que viene, que es época de Europeo, cuando decida tomármelo de más descanso. El Europeo es importante, pero mirando con perspectiva estos cuatro años sería el que menos.

Nadaría hasta en 14 ocasiones

Si Mireia logra alcanzar las seis finales, saltaría hasta en 14 ocasiones al Duna Arena de Budapest. Las pruebas de 200 estilos y 200 mariposa constan de tres carreras, mientras que el resto de dos. LAS FINALES Día Prueba Domingo 23 400 libre Lunes 24 200 estilos Martes 25 1.500 libre Jueves 27 200 mariposa Sábado 29 800 libre Domingo 30 400 estilos

—¿Qué supone para usted ser campeona del mundo en piscina olímpica?

Es lo que le falta a mi palmarés para cerrarlo. Me quedan dos cosas por hacer: el oro mundial y un récord del mundo en piscina de 50. Si logro lo primero, y toco madera, no puedo conseguir más en el mundo de la natación. Si me cuelgo ese metal, cierro mi medallero.

—Para ello deberá ganar una prueba en el Mundial de Budapest. ¿A qué le suena la palabra Budapest?

Allí disputé en 2006 mi primera competición con el equipo absoluto, tenía solo 15 años, y fue muy especial. Recuerdo aquel año que fue muy intenso, porque también competí en el Mundial júnior después, en Río curiosamente. De aquel Europeo me acuerdo de ver a Manaudou (Laure), que estaba en la cresta de la ola, y a otras estrellas que veía por la televisión y que en aquel momento pude competir a su lado. Fue muy difícil, pero una gran experiencia. Fue mi primera toma de contacto con la natación real y profesional.

—Hungría es una potencia acuática. ¿Qué rasgos tienen ellos que no tenga España?

Cada país tiene su cultura y no puedes obligar a la gente a que haga o vea un deporte concreto. Creo que Hungría tiene una mentalidad muy abierta para todas las actividades, sobre todo las de agua. Y tiene muchas infraestructuras, como Isla Margarita, que cuenta con hasta cuatro piscinas. Eso ayuda a que todo fluya con más facilidad.

—Llega fuerte. En el pasado Mare Nostrum hizo dos buenas marcas en 200 mariposa y 400 libre. ¿Le sorprendió?

Me sorprendió por la época del año en la que estábamos, con mucha carga y volumen de trabajo. No solemos afinar más de dos o tres veces al año, y en esta ocasión sí que redujimos unos 2.000 o 3.000 metros y también restamos algunas repeticiones de pesas, pero no mucho más. Fueron buenas marcas. Y espero estar bien en este Mundial.

—Su entrenador insistió en años anteriores en que no sabía cuál era su límite. Año a año se ha superado. ¿Considera que aún puede mejorar sus marcas?

Los éxitos no son fruto de un día, sino de la virtud de ser paciente, progresar e ir mejorando poco a poco. Nuestro deporte tiene poca competición. Te preparas para dos o tres torneos al año; no somos como los tenistas, quienes compiten cada semana. Eso provoca que no veas a veces los resultados hasta que no compites, pero por eso debes ser paciente y seguir. Así me lo tomo.

—¿A qué presta más atención en su preparación ahora que es más madura?

En estos últimos tres o cuatro años presto atención especialmente a la alimentación, al descanso y a la técnica, sobre todo a la de los subacuáticos, que es donde puedo mejorar más y sacar más tiempo a mis rivales. Eres más consciente de por qué entrenas.

—Dice que el curso próximo descansará más que los últimos. ¿Podría también reducir el número de pruebas o seguirá con su programa habitual?

Sí, por ahora sí. Mientras aguante… Quizás incluya además una nueva: los cinco kilómetros aguas abiertas, porque será contrarreloj en el Europeo. Este año también me he clasificado para el Mundial, pero al ser una prueba en grupo, donde todas vamos en pelotón y puede haber golpes, la he descartado porque priorizo la piscina y podría sufrir algún contratiempo que me perjudicaría.

—No frena para Tokio 2020. ¿Se ve de abanderada?

Eso es cosa del COE, los deportistas poco tenemos que decir. Claro que me gustaría, estaría encantada. Si no me repercute en ninguna prueba y lo puedo compaginar, sería un honor.

—Sierra Nevada sigue siendo su segunda casa. Dice Fred Vergnoux que los japoneses sacan más tiempo aquí que los españoles...

Creo que es un centro referente en el mundo y en el que mejor se pueden hacer las concentraciones de altura. Lo tiene todo y la comida es magnífica. Quizás no se ha utilizado tanto porque la natación lleva pocos años entrenándose en altura y además la zona no da pie a salir, y eso puede llegar a generar monotonía en los deportistas. Aquí te concentras siempre en natación y tienes que centrarte y programarte bien los días, porque si hay algo que se tuerce, el día ya sale mal.