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NFC NORTE

Megatron prefirió el retiro a seguir jugando con los Lions

El exreceptor de Detroit declaró que no ser contendiente influyó en su decisión de decir adiós.

Ciudad de MéxicoActualizado a
DETROIT, MI - OCTOBER 27:  Calvin Johnson #81 of the Detroit Lions after making a play against the Dallas Cowboys at Ford Field on October 27, 2013 in Detroit, Michigan. (Photo by Gregory Shamus/Getty Images)
Gregory ShamusGetty Images

Todos lo sospechábamos, pero finalmente Calvin Johnson despejó cualquier duda: jugar para un equipo mediocre te hace envejecer más rápido.

El estelar receptor de los Lions se retiró después de la temporada de 2015, con tan solo 30 años de edad y luego de apenas nueve brillantes campañas. La decisión parecía inexplicable considerando el éxito individual del que había gozado. Pero eso no es suficiente.

Ahora, todo cobra sentido.

Para “Megatron” los números son vacíos sin un trofeo que los acompañe y él sabía que atrapado en Detroit por su contrato de ocho años y 132 millones de dólares, no iba a conseguir mucho más, por lo que mejor decidió decir adiós.

En su momento, Johnson achacó la decisión al cuidado de su cuerpo. Pero el secreto era demasiado grande como para permanecer guardado mucho tiempo. Como él percibía la situación, ponía mucho en riesgo a cambio de una recompensa mínima.

“No veía que tuvieran una oportunidad de ganar el Super Bowl en ese momento, y por el trabajo que yo realizaba, no valía la pena perder el tiempo y seguir golpeándome la cabeza contra la pared sin poder avanzar”, reconoció Johnson la semana pasada durante un viaje a Italia donde fue invitado al Italian Bowl XXXVII.

Alguien, que no fue Einstein, definió la locura como hacer la misma cosa una y otra vez a la espera de distintos resultados. Eso fue precisamente lo que ocurrió con los Lions durante la época de “Megatron” y Johnson no estaba dispuesto a tolerarlo.

“Estaba atrapado por mi contrato con Detroit y dijeron que no me liberarían de él, así que tenía que volver con ellos”, declaró.

Algo hay en el agua de Detroit que acaba con la paciencia, el hambre y las ilusiones de los súper dotados. Lo mismo ocurrió con Barry Sanders, quien prefirió decir adiós cuando aún tenía combustible en el tanque que seguir corriendo sin llegar a ningún lado.

En el caso de Johnson, se puede decir que tenía más de medio tanque. A lo largo de sus nueve temporadas acumuló 11,619 yardas y 83 touchdowns, y tan solo tres años antes de su retiro había impuesto un récord con 1964 yardas en una campaña. De hecho, superó la barrera de las mil yardas en siete de sus nueve años, pero solo jugó dos partidos de postemporada.

Incluso un súper atleta se cansa cuando corre hacia ninguna parte, y a Johsnon, finalmente se le agotó la paciencia. Así también se acabó la cordialidad entre jugador y equipo, posiblemente a causa de que Detroit le hizo devolver un millón de dólares del bono que obtuvo al firmar el contrato.

Esa fue la gota que derramó el vaso. No solo desperdiciaron su carrera, sino que además le piden el dinero de regreso. Después de eso, Johnson cambió su discurso. Luego de meses de afirmar que se iba para cuidar su salud, en Italia le preguntaron directamente si jugar con los Liones fue el motivo por el que se retiró.

Su respuesta: “Sí, eso y el cuerpo”.

Un cuerpo que jamás lucirá un anillo. Pero debía saberlo en el mismo momento en que lo seleccionaron los Lions con la segunda posición global del draft de 2007.