El horroroso ojo para los Cowboys de Donald Trump

Donald Trump pudo comprar los Dallas Cowboys en 1984 y no lo hizo porque consideró que sería una ruina económica y deportiva. Más allá de lo que penséis del hoy presidente de los Estados Unidos de América, podremos concordar en que aquello no fue de sus mejores decisiones en inversiones. De hecho, demostró un horroroso ojo para las mismas.

Porque, centrémonos. En 1984 la NFL era una liga en notable crecimiento y los Dallas Cowboys una de sus franquicias más conocidas. Dos anillos en los años 70 les contemplaban.

Según el propio Trump relató en una entrevista al New York times, le ofrecieron el club por 40 millones de dólares y, tras estudiar la oportunidad, le pareció que no había mucho ámbito para el crecimiento, así que declinó la inversión. "No hay mucho margen de mejora económica y, en lo deportivo, están acostumbrados a ganar así que si ganas no tienes mérito y si pierdes es culpa tuya". Una visión realmente limitada en todos los aspectos.

Porque el equipo lo acabó comprando Bum Bright por más del doble de ese precio, por 85 millones de dólares, en ese mismo 1984, y lo vendió en 1989 a Jerry Jones por 140 millones de dólares, lo que significa que sí que había "cierto" margen para el crecimiento.

Ese "cierto" margen se elevó a la estratosfera en siguientes décadas siendo protagonistas, como es bien sabido, los propios Cowboys con un equipo inolvidable en los 90 que se le dio tres anillos a Jones.

Hoy, en pleno 2017, los Dallas Cowboys son el equipo deportivo más valorado del planeta y su precio de mercado, si existiese porque no está a la venta, ronda los 4.000 millones de dólares.

No, Donald Trump no acertó en exceso con los Dallas Cowboys ni con la NFL en lo que a inversiones se refiere.