Theo, en la senda de Raúl, Hugo y...

Theo Hernández ya es jugador del Madrid, por veintiocho millones más dos de incentivos de fácil cumplimiento, para seis años. El Madrid ha ido más allá de la cláusula, que era de veinticuatro, a fin de salvar en lo posible las relaciones de buena voluntad. Pero eso no quita que el ‘pacto de no agresión’ se ha roto. El Atlético emitió ayer una nota en la que aclara que el jugador nunca llegó a jugar partido oficial en el primer equipo, que no ha atendido a ofertas de renovación de contrato y que se va al Madrid por su propio empeño. Y desde luego es así. Los jugadores se van donde quieren. Tienen la sartén por el mango.

Al Atlético no le ha gustado, y se nota. La afición ve muy mal, con toda lógica, que sus jugadores se vayan al Madrid. Calderón, con todo su prestigio y carisma como presidente del club, tuvo que fingir una triangulación a través de los Pumas de México para traspasar a Hugo Sánchez al Madrid. Los más veteranos recordaban aún con rabia que en 1953 Pérez Payá se fue al Madrid sin traspaso, porque era ‘amateur’, pero se quedó con el coche que el Marqués de la Florida, presidente del Atlético, le había regalado en compensación a que hubiera estado jugando sin cobrar. Otra cosa fue lo de Raúl. El Atleti cerró la cantera y se fue al Madrid.

Por lo demás, Theo es una promesa de excelente lateral. Una fuerza de la naturaleza, capaz de comerse la banda como en su día Gordillo, o como el primer Bale del Tottenham. Tiene una buena pierna izquierda y diez años menos que Marcelo. Su llegada coincide con la marcha de Coentrao, que empezó regular, fue a menos y ha terminado en calamidad integral. El Madrid tiene ahora en ese puesto un buen suplente a corto plazo y un excelente titular a medio y largo. Para el Atlético es un sinsabor, aunque le deja treinta millones, que sabrá emplear, y hoy por hoy tiene el puesto muy bien cubierto, con Filipe Luis.