Prisioneros del límite salarial

El límite salarial está siendo la palabra de moda en la actualidad perica y no lo es por motivos positivos. Este concepto está causando graves quebraderos de cabeza a la cúpula deportiva y directiva. Un problema por otro lado previsible y que ya avanzamos en meses anteriores pues, al fin y al cabo, no deja de ser una consecuencia lógica de la inflación económica de una plantilla que duplicó, con contratos laborales de carácter progresivo que agravan la situación con el paso de las temporadas, su masa salarial en pocos meses. Una plantilla que nos ha llevado a un meritorio octavo puesto pero que se nos antoja sobredimensionada en el apartado salarial, pues no en vano, informaciones bien contrastadas apuntan a que 15 miembros de la primera plantilla superan el millón de euros bruto por temporada.

Haciendo autocrítica constructiva, concluiremos que hemos llegado a este extremo víctima de nuestros sempiternos errores de planificación. Hemos pasado de los malabarismos económicos de hace dos temporadas a las fichas privilegiadas del más puro despilfarro económico que hayamos visto. Un crecimiento un tanto irreal visto seguramente el cambio de nivel de la plantilla y cuyos resultados se han transformado, entre otros varios, en tener un banquillo con algunos jugadores de dos millones de euros, algo que resulta descabellado a todas luces. Como todo en la vida, los excesos suelen pagarse. Un límite salarial que amenaza con ahogar nuestras posibilidades de crecimiento, con el club encadenado a una prisión de la que debe salir si no quiere que el proyecto se estanque esta campaña.