Pues sí, Pau esperó a Marc…
Quedó escrito en este medio al final de los Juegos de Río: “Pau espera a Marc para decir adiós a la Selección”. Y así fue. Diez meses después, Sergio Scariolo ofreció la pre-lista de convocados para el Eurobasket y ahí están, los dos Gasol, comprometidos para otra batalla. Ésta, en Rumanía y Turquía desde el 1 de septiembre. Para Pau, esta sí será la última. El Mundial de China en 2019 queda demasiado lejos. Estambul será un buen sitio para cerrar el círculo. Allí conquistó su primera medalla después de una exhibición ante Nowitzki. Fue en 2001. Desde entonces ha recorrido un camino maravilloso: campeón del mundo en Saitama con el pie roto, dos veces plata olímpica, una vez bronce en Juegos y tres veces campeón del Eurobasket con aquella imagen icónica: el ogro de los 40 puntos de Lille.
En el camino no sólo le ha acompañado su hermano Marc, con quien el año pasado se comunicó en la Villa Olímpica a través del FaceTime y con quien tenía esta cuenta pendiente. También, y especialmente, su gran amigo Juan Carlos Navarro. Es cierto que el año ha sido un infierno de lesiones para él. Ha jugado poco y, con 37 años, su carrera se va apagando. Pero también lo es que desde hace ya 18 años (los Juniors de Oro se hacen mayores de edad el mes que viene) ha hecho de todo. Por su club, el Barça, al que no ha entusiasmado la decisión, y por la FEB. Su deseo era ir y el de Scariolo y Garbajosa, acogerle y exprimir la magia que le queda. Posiblemente, sea de justicia. Así, Gasol y él, inseparables, se irán juntos. Esperemos que con una foto inolvidable.