¿Qué fue de Assunçao?: el bético que asustaba a los porteros
El excentrocampista del Betis se convirtió en uno de los mejores tiradores de falta de la historia de la Liga y era un auténtico quebradero de cabeza para los guardametas.
“El portero está ‘asustao’, tira la falta Assunçao”, así recibía el Villamarín al brasileño cada vez que saltaba el campo. El mítico exspeaker del Betis, Manolo Melade, acertó como anillo al dedo con esta rima. Y es que los porteros sí que temblaban cuando Assunçao se preparaba para lanzar las faltas. Eran tiempos en los que los grandes tiradores de falta brillaban por su ausencia. Pocos en el mundo lo hacían como él. Tenía su propio rito antes de tirar, un sello personal que le hacía único. El brasileño tomaba poca carrerilla, cogía solo un paso y medio de distancia sobre el balón y lo golpeaba con el empeine interior de su pie derecho. Su disparo seco, muy colocado y con el efecto adecuado para coger altura e ir cayendo después le convirtieron en el terror de las barreras. En nuestra Liga dejó una huella imborrable siendo uno de los mejores tiradores de falta que se recuerdan. Un talento innato. Y es que el exbético era primo hermano de Marcos Senna, otro artista en el golpeo del balón. Assunçao colgó las botas hace apenas un año y sueña con seguir dedicándole su vida al deporte que tanto le ha dado.
El centrocampista brasileño llegó al Betis en el verano de 2002 siendo uno de los refuerzos reclamados por el entonces entrenador verdiblanco Víctor Fernández. Assunçao fue uno de los fichajes estrella de Lopera, quien pagó diez millones al Roma por el de Caieiras. El 17 de julio de 2002, el brasileño era presentado a la sombra de Alfonso Pérez, que volvía al Betis por tercera vez en su carrera. El '20' del Betis debutó con golazo frente al Deportivo. Aquella fue la primera diana del cuadro verdiblanco en la 02/03 y la marcó él con un derechazo a la escuadra de la portería de Molina. Esa tarde en Riazor se auguraba lo que vendría en los cinco años como verdiblanco. Lo mejor estaba por llegar.
En sus cinco temporadas como verdiblanco, disputó un total de 150 partidos y marcó alrededor de 30 tantos entre Liga, Copa del Rey, Champions, Copa de la UEFA. En su última campaña en el Betis fue decisivo con once goles que contribuyeron a la clasificación del equipo verdiblanco para la Champions League y la Copa del Rey. Uno de los más recordados por los béticos es su gol de falta al Mallorca que metió a los andaluces por primera vez en la Champions League.
El centrocampista brasileño fue uno de los estandartes del Betis campeón de Copa del Rey de 2005. Dos años más tarde de levantar el trofeo en el Calderón, Assunçao decidió rescindir su contrato con la entidad verdiblanca debido a la falta de confianza del entrenador Héctor Cúper y se marchó a jugar a Dubai, al Al-Ahli.
Tras colgar las botas en 2016 en el Sampaio Correa, el excentrocampista del Betis hizo varios cursos y ahora se está preparando para ser director deportivo. “Quiero tener reconocimiento fuera del fútbol. Necesito saber cómo trabaja en un club un director deportivo serio”, aseguraba en una entrevista para ESPN hace unos meses. Tras hacer un curso de gestión deportiva, trabaja en el XV Piracicaba donde está partipando en las negociaciones y en la dirección deportiva del club brasileño. Quien sabe si volverá a la Liga y será tan buen director deportivo como lanzador de faltas. En el fútbol español siempre se recordará su golpeo, sus goles por la escuadra y su calidad en el centro del campo. Un jugador que tendrá su propio capítulo en la historia del beticismo y de la Liga, un capítulo aún sin punto y final.