Eric Decker encuentra nueva casa con los Titans
El exreceptor de los Jets no duró mucho tiempo en la agencia libre y ahora atrapará pases de Marcus Mariota.
Apenas seis días después de que los New York Jets dieran de baja al veterano receptor, Decker ya hace maletas para mudar su familia a la casa del whisky estadounidense y la música country: Tennessee.
De acuerdo con múltiples reportes, los Tennessee Titans firmaron al exreceptor de los Jets a un contrato por un año, días después de visitar las instalaciones del equipo para una práctica privada. Si bien la sesión no fue suficientemente buena para que Decker dejara Nashville como miembro activo de la fuerza laboral, solo tuvo que esperar cuatro días más para cambiar su estatus.
Con un trazo de la pluma, la ofensiva de los Titans luce inmediatamente mucho más intrigante que en 2016, cuando Marcus Mariota estuvo al frente de la 25ta mejor ofensiva aérea de toda la NFL. No es que Decker, con 30 años de edad y saliendo de una temporada de solo nueve recepciones y 194 yardas en tres juegos altere el panorama por sí solo. Pero no hay duda que ayuda.
Los Titans están empeñados en rodear a Mariota del mejor talento disponible y esa misión comenzó el año pasado con la llegada de un corredor en la agencia libre, DeMarco Murray, y otro vía draft, Derrick Henry, a fin de balancear el ataque y restarle presión al joven quarterback.
Este año se apegaron a la misma fórmula.
Con la quinta selección global del pasado reclutamiento colegial, los Titans tomaron al mejor receptor de la generación, o al menos al que esperan que sea el mejor receptor de su generación, Corey Davis, egresado de Western Michigan y un espigado y veloz blanco que debería extenderle el campo a Mariota. Del otro lado estaría Decker, un veterano reconocido por sus seguras manos y su capacidad para correr rutas, que representa una amenaza particular en zona roja, como lo demuestran sus 52 recepciones de touchdown en 95 partidos.
Pero si Decker va a hacer buena la apuesta de los Titans, lo primero que necesita es salud, demostrar que las lesiones que marcaron su 2016 quedaron atrás y no son el inicio de una pobre tendencia después de jugar 78 de los 80 partidos previos. De lo demás, se encarga Decker, quien ha probado ser productivo más allá de la persona que esté del otro lado del balón, como lo demuestran sus números con Kyle Orton, Tim Tebow, Ryan Fitzpatrick y similares.
Nadie va a confundir a Corey Davis y Eric Decker con una nueva versión de Isaac Bruce y Torry Holt, pero sin duda representan un aumento respecto a Rishard Matthews y Tajae Sharp, con los que los Titans lograron una marca de 9-7 el año pasado.