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Fútbol

Las 10 cosas que no pueden faltar en el fútbol callejero

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El gordito siempre es el portero

Al no ser tan rápidos y ágiles solían ser los elegidos, pero si había penal lo cambiaban.

El dueño del balón era el que decidía

El partido solía acabar hasta que todos se cansaban… o cuando el dueño del balón se enojaba.

Los dos mejores jugadores eran los capitanes

Para mantener el equilibrio, siempre se separaban a los más destacados.

Foto:DANI POZOAFP

Portero ambulante

Los guardametas olían dejar su meta, por eso no se valían los goles desde media cancha.

Foto:DANI POZOAFP

Si no te elegían, mejor dedicarte a otra cosa

Nunca faltaba el “tronco” que nadie quería, en caso de ser número non se quedaba sin jugar.

Foto:DANI POZO

Los talentosos eran delanteros

Siempre los más destacados solían ser los goleadores, los menos habilidosos se quedaban para defender.

Foto:Denis DoyleGetty Images

Los carros detenían el partido

Las únicas interrupciones eran por automóviles, por una falta que debía ser extremadamente fuerte o porque volaban el balón.

Foto:Denis DoyleGetty Images

Las piedras o mochilas formaban la portería

Siempre que se armaban las metas se contaban con pasos, mismos que corroboraban integrantes de los dos equipos.

Foto:Denis DoyleGetty Images

Todos atacan, nadie defiende

Nunca faltaba el que se quejaba porque dejaban sola la portería, ése mismo terminaba por gritar "¡cambio de portero!”.

Foto:Denis DoyleGetty Images

Si se rompía un vidrio todos a correr…

También se daba el que le pegaba horrible y rompía algo, lo curioso es que minutos después iban a pedir el balón.

Foto:Denis DoyleGetty Images