El rey Felipe VI también se despidió del Vicente Calderón
Felipe VI, en un acto ayer de la Fundación Cotec, ha confesado a todo el mundo sus "buenos recuerdos" del antiguo estadio rojiblanco.
El rey Felipe VI también ha querido despedirse del Vicente Calderón. Ayer, acompañado por su padre, el rey emérito Don Juan Carlos, acudió a un estadio en el que ha vivido “momentos inolvidables” para presidir la presentación del Informe Cotec. Con Enrique Cerezo como anfitrión, Don Felipe dedicó unas palabras cariñosas al Calderón: “Es un estadio que nos trae a todos buenos recuerdos. Acudí por primera vez en 1976 acompañado de mis padres en el primer acto deportivo que hicieron como Reyes. Y aquí he vuelto en tantas ocasiones para vivir momentos inolvidables de un deporte, el fútbol, que tanto contribuye a crear sentimientos, empatía, competencia y a proyectar nuestra imagen internacional. Hoy, como la mayoría, lo hago por última vez”.
El Rey, en su adiós, mantuvo un tono nostálgico, pero abierto a lo que vendrá al Atlético: “El Vicente Calderón, que en su día fue un campo innovador y pionero en Europa en ofrecer asiento a todo su aforo, cederá el testigo a un nuevo estadio atlético que estará otra vez en la vanguardia tecnológica”. Y expresó, junto a una maqueta del Wanda Metropolitano, un deseo con firmeza: “No quiero marcharme sin desear al Atlético de Madrid que continúe manteniendo vivo el espíritu deportivo que en todo momento ha simbolizado este estadio, que quedará siempre en nuestra memoria y en nuestro corazón”.
Don Felipe, como él mismo insistió en el acto, que a su vez sirvió para clausurar la feria Imperdibles 02, ha disfrutado durante más de 40 años de grandes jornadas de fútbol. Una de las más gratas ocurrió hace apenas un año. Era un partido histórico para el Atlético, la ida de la semifinal de la Champions frente al Bayern, y el Rey quiso que lo acompañara su hija Leonor. La Princesa de Asturias disfrutó del encuentro junto a su padre y a Vicente del Bosque y recibió una camiseta del Atlético con su nombre a la espalda.
Esa imagen de la pequeña, a quien el club hizo llegar unos patucos rojiblancos cuando era un bebé, con su padre en el palco fue una estampa similar a la que el propio rey Felipe cuenta de 1976, aquel Atlético-Real Madrid de liga, cuando fue a un estadio de fútbol por primera vez en su vida junto a sus padres, recién proclamados Reyes. También estuvo ese año en la final de Copa (entregada por su padre, pero aún del Generalísimo), que se llevó el Atlético ante el Zaragoza. Ayer, para cerrar el círculo, en su despedida de la casa rojiblanca, también gozó de la compañía de su padre.
El presidente Cerezo sí presume de los colores del Rey, pero éste trata de no hacerlos públicos. No obstante, ha vivido en directo algunos de los grandes éxitos del Atlético. Por ejemplo, estuvo en las dos finales de Europa League que ganó el Atlético (Hamburgo 2010, donde se hizo una foto con Forlán, y Bucarest 2012).
Asimismo, en 2003, el entonces Príncipe fue el presidente de honor del Centenario del Atlético, como en su día apadrinó los actos del 75 Aniversario. Y en 2008 aportó su granito de arena al museo rojiblanco con la donación de una camiseta que el club le había regalado cuando era un crío. En su despacho, además, tiene réplicas en miniatura de varios títulos ganados recientemente por el Atlético. El rojo y el blanco han acompañado a Don Felipe durante más de 40 años y, aun lejos del Calderón, no se van a alejar de él...