Silva, Aspas y Morata arreglan dos equivocaciones de peso
Doble cara. En un partido de diferentes aristas, la Selección avanzó y retrocedió al mismo tiempo en su proceso de reconstrucción. Tuvo paciencia y profundidad y reaccionó tras el 1-2 con la defensa de tres, invento positivo de la era Lopetegui, pero se perdió en su propia área.
En punta. Los goles fueron obra de Silva y Morata, dos referentes ofensivos de distinta gama. El del City asomó desde atrás (ver imágenes), ligado a la mediapunta y a la zona de remate (cinco disparos). El juego aéreo lo dominó el madridista.
Impetuoso. La hiperactividad de Iago Aspas, jugador bravo y con temple al mismo tiempo, condiciones que se reconocen en pocos futbolistas, se ajusta a lo que necesita esta España. Apareció en corto y en banda y descargó la llegada de los mediapuntas. Soló erró dos entregas.
Línea de pase abierta
La constante movilidad de Aspas permitió la llegada de Silva. Se ofreció entre los centrales a Iniesta en una ocasión de oro en el minuto 10. Ospina evitó el tanto.
El canario también se percató del espacio liberado por el gallego en el 1-0 y tiró el desmarque para el centro de Pedro. Definitivo en la jugada.