Nadal aplasta a Haase y jugará por primera vez ante Basilashvili
Pasa por encima del neerlandés, desesperado ante la potencia y la efectivad del español, que se estrenará contra el georgiano, número 63 del mundo, en tercera ronda.
"Increíble, increíble", decía Robin Haase hablando solo durante un descanso del tercer set. Acababa de encajar el cuarto break del partido a manos de un Rafa Nadal en modo animal. Muy serio, podría decirse que malencarado, el español parecía tener prisa por solventar la papeleta. Al final lo hizo en tres sets (6-1, 6-4 y 6-3) y tardo una hora y 49 minutos, tres menos que el lunes contra Benoit Paire. Pero la sensación de dominio fue aún mayor.
Su rival, neerlandés de 30 años y 46º del mundo, ya cabeceaba incrédulo en el segundo juego, la primera vez que cedió su servicio. "Jugar contra Nadal en tierra a cinco sets es el mayor reto que puede afrontar un tenista", admitiría Haase en la rueda de prensa. Y así se pasó casi todo el partido, preguntándose qué podía hacer para 'meterle mano' a Nadal, que se enfrentará en tercera ronda de Roland Garros, por primera vez, al georgiano Nikoloz Basilashvili, quien venció al serbio Viktor Troicki en tres tie-breaks: 7-6 (3), 7-6 (2) y 7-6 (6). Basilashvili, de 25 años y número 63 del ránking, no está haciendo un mal año. Jugó semifinales en Sofía, la final en Memphis y otra vez semis en Lyon. Pero al nivel que está Nadal, sería raro que le sorprendiera. Muy pocos pueden hacerle daño si se mantiene en trance como está haciendo hasta ahora. Y con menos calor, como este miércoles (25 grados), aún es más difícil.
Fue tal el repaso del de Manacor, que no dio a Haase ni una solo oportunidad de break en todo el duelo. Él tuvo diez y aprovecho cinco. Rafa, además, fue muy efectivo con su segundo saque (85% de puntos ganados) y apoyado en esa pericia colocó 33 golpes ganadores. El primer set lo ganó a toda máquina, el segundo se lo tomó con algo más de calma, y en el tercero volvió a acelerar para irse cuanto antes a la ducha.
"Estoy muy contento de retornar a la Philippe Chatrier, probablemente la pista más importante de mi carrera", dijo aún en la pista Nadal en ese francés suyo algo macarrónico pero entendible. Ya en inglés explicó lo que pensaba hacer este jueves: "Tener un día libre aquí en París siempre está bien. Me entrenaré un poco por la mañana y por la tarde daré un paseo por esta maravillosa ciudad". Así, fácilmente, es cómo ve las cosas.