Brook se resiente de su lesión y Spence le arrebata el título
El campeón inglés hincó la rodilla en la lona en el undécimo asalto. Tras un golpe de refilón de Spence comenzó a sentir dolor en su ojo operadoCanelo Álvarez, positivo en clembuterol
Una decisión errónea puede echar al traste una exitosa carrera en el boxeo. Bordeando esa tesitura se ha quedado Kell Brook. El británico decidió subir dos categorías de peso y pelear ante Gennady Golovkin. No sólo perdió, también sufrió la fractura del hueso orbital. Una delicada operación y ocho meses en el dique seco le dejaron listo, o eso aseguraba él. ‘Special K’ ponía en juego su título mundial del peso wélter por la Federación Internacional de Boxeo (IBF, en inglés), pero en liza tenía mucho más: confirmar que su lesión estaba olvidada. El inglés dominó y dio esa sensación, pero en los últimos asaltos su ojo comenzó a tomar una inflamación peligrosa que acabó con su abandono en el undécimo asalto. Delicada situación para Brook, mientras Errol Spence se confirmaba con su primer entorchado.
El combate comenzó con Spence metiendo más ritmo en el primer asalto, Brook estudió la situación e impuso su boxeo desde el segundo asalto. El campeón dominaba con claridad, no dejaba encontrar la distancia a su rival y le hacía precipitarse. El prospecto se vio desbordado, y demasiado ansioso comenzó a recibir manos que le pusieron en aprietos, aunque nunca se vio cerca del KO. La historia se repitió en todos los asaltos hasta el octavo. Ahí, con el agua al cuello, Spence comprendió que estaba errando y varió su táctica.
Comenzó por evitar el cruce sin cuartel, donde Brook le agarraba y no sufría. Con su distancia fue conectando buenos golpes al rostro del campeón, del que comenzó a emerger una preocupante inflamación en su ojo operado. Spence fue a más y el décimo asalto salió como si quedasen segundos. Llevó al británico a las cuerdas y encontró un recto de izquierda a la pera del campeón que le hizo poner la rodilla en el suelo por primera vez. Se recuperó bien, Spence no quiso arriesgar y comenzó a especular.
La igualdad era máxima en el undécimo asalto, las cartulinas estaban divididas y ninguno quería ser el primero en fallar. Spence, eso sí, volvió a mostrar más trabajo. Lanzó más manos y con un volado de derechas rozó el ojo izquierdo de Brook. El campeón puso mala cara, reculó y volvió al frente… pero algo iba mal. Brook volvió a retroceder y apoyó la rodilla en el suelo, el gesto de dolor y de nerviosismo era papalble. El árbitro llegó agotó la cuenta, el público que abarrota el estadio del Sheffield (26.000 espectadores) se quedó helado. El prospecto Spence se confirmó. Logró voltear un combate que tenía muy complicado, pero la ratificación quedó deslucida. El estado de salud del excampeón copó la atención.