Messi-Cristiano, el Clásico ante Hacienda
Messi es reo de fraude fiscal, condenado, como su padre, a multa y pena de cárcel. Lo último no lo deberán cumplir, por la cuantía de las penas y por la falta de antecedentes. Pero la ratificación por el Supremo de la condena impuesta por la Audiencia de Barcelona no deja de ser un estremecimiento para el Barça y para el fútbol. El asunto coincide además con una investigación sobre Cristiano Ronaldo, al que se le reclaman quince millones. Una vez más, Messi frente a Cristiano, Barcelona frente a Madrid. Y una vez más, la sensación persecutoria en el mundo culé, donde se da por hecho, ‘Piqué dixit’, que la severidad no es la misma.
Tampoco los casos son iguales, quede claro. Messi es residente fiscal en España desde que empezó a ser profesional. En su día le descubrieron el montaje de una red de sociedades para ocultar parte de sus ingresos con intención de pagar menos impuestos. Una vez descubierto eso, él y su padre crearon otra empresa en Panamá con la misma idea. Su caso tiene pocas vueltas: le detectaron, le pillaron, reincidió y acabó en la red. El caso de Cristiano es otro. Vino de fuera, con su red montada entonces. En 2014, advertido de que su montaje previo no colaba aquí, hizo por regularizar su situación, pagando seis millones. Y ahora le piden otros 15.
Pero la visión en Barcelona es que a Messi le desnudó la Hacienda española, mientras que lo de Cristiano se supo por una investigación internacional, ‘football-leaks’. En Barcelona se piensa mayormente que con Messi (y con Neymar, caso muy distinto, por tantas razones, pero que se mezcla) ha habido una severidad instada desde el palco del Madrid, donde ha sido tan frecuente como innecesaria la presencia de Marta Silva, jefa de la abogacía del Estado, que contrastaría con el peloteo del caso Cristiano entre Fiscalía y Hacienda. En fin, que no estamos ante dos ricos en apuros ante Hacienda, sino ante otro Clásico. Palabras mayores.