Nibali gana y Nairo se queda a 31" de la maglia de Dumoulin
Nairo se quedó a 31 segundos y Nibali a 1:12 después de los problemas intestinales del líder. Tras un etapón, Landa no pudo rematar ante el Tiburón.
Los dos mejores ciclistas de la etapa reina del Giro 100 no pudieron ocultar su enfado en la ceremonia de Bormio. Aunque Tom Dumoulin, un caballero, pura educación, completó una defensa extraordinaria de la maglia rosa, le enfureció el tiempo perdido y la imagen ofrecida en su inoportuno apretón. No descorchó el champán ni saludó, el rostro serio y contrariado. Mikel Landa tampoco se permitió ni una sonrisa. Incluso estuvo al borde de las lágrimas al ver a su familia entre el público. Sucumbió al sprint frente a Vincenzo Nibali después de honrar al Mortirolo, al Stelvio y al Umbrailpass. Colosos alpinos, como colosal resultó su actuación. Pero nada sirvió de consuelo, ni la maglia de mejor escalador ni la Cima Coppi.
El alavés, cabreadísimo, golpeó el manillar y se cagó en una buena parte del santoral tras cruzar la línea de meta. El líder debió parar por la llamada de la naturaleza antes del Umbrailpass, y después se cagó encima. Sus problemas gástricos le llevaron a perder más de dos minutos con Nairo Quintana, segundo ahora a 31 segundos, y con Nibali, tercero a 1:12. Pese a que nadie esperó a Dumoulin, los favoritos no hicieron nada hasta que faltaron cinco kilómetros de la última subida. Eso fue otra cagada. O una decepción.
Cada uno en la búsqueda de sus propios intereses, Movistar y Sky sabían que el de ayer era el Día D: unos metieron en la fuga a Amador, Anacona y Gorka Izagirre para ejercer de puente para Nairo; otros a Kiryienka, Deignan y Sebastián Henao, además de Landa, para cazar la victoria que compensara un Giro roto por una moto de policía. Sin embargo, nunca se produjo el movimiento del colombiano. Ni llegó el triunfo de Landa. Nairo excusó la cuestionable táctica del Movistar: “No sobran las fuerzas”. A Landa, exhausto, le batió un Nibali más fresco.
El Tiburón puso a tirar al Bahrain cuando Dumoulin intentaba enlazar. También lanzó el arreón que reventó al grupito de candidatos, al que respondieron Nairo, Pozzovivo y Zakarin. Aunque los cuatro empezaron juntos el descenso del Umbrailpass, el siciliano apretó y se marchó en solitario a por Landa, escapado de salida. La séptima victoria de Nibali en el Giro (primera para Italia en la histórica edición 100) deja la carrera abierta para las cuatro jornadas de montaña y la contrarreloj que quedan. Le deja a él en una magnífica posición para defender su título. Deja a Nairo ilusionado. Y deja a Dumoulin y Landa más enrabietados.