Más que el milagro de Míchel

La temporada realizada por el Málaga, pase lo que pase esta noche contra el Real Madrid, debe calificarse como decepcionante. Fracaso en la Copa porque fue eliminado de primeras por el Córdoba. La llegada de Míchel ha conseguido que una Liga decepcionante haya mejorado hasta alcanzar la actual calificación de mediocre. Bien. El Málaga asume su absurdo marco ‘ni fu ni fa’ y se ha quedado como indiferente observador en la batalla Real Madrid-Barça para ver cuál de estos dos gigantes es campeón de Liga. Mientras la fauna tertuliana reparaba en la Costa del Sol allende sus encantos, muchos abonados del Málaga buscaban la manera de alquilar su abono, a ser posible, a precio de angulas, recurriendo a peñas madridistas de la provincia para ejercer de improvisadas intermediarias.

Con lo expuesto en el párrafo anterior no pretendemos ofender ni poner en duda el malaguismo de abonados que hoy han decidido poner su abono al servicio de aficionados, en este caso del Real Madrid. El Málaga advirtió que tomaría medidas contra aquellos que hicieran mal uso de su carné. Dicho esto, cabe preguntase si verdaderamente merece la pena ser abonado de un equipo de fútbol. El Málaga tampoco ha dado muchas alegrías y si miras por internet los precios para este partido, no hay tantas ventajas para quienes se gastaron dinero en un carné de temporada. El milagro de Míchel ha lanzado al Málaga hacia la salvación. Toda España está pendiente de este Málaga-Real Madrid. ¿Toda? No. No voy a decir que al malagueño malaguista le importe un higo. Pero ya no es el partido de sus vidas. Ya no.