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MOTOGP | GP DE FRANCIA

Aleix: "No puedo quitarme de la cabeza el accidente de Hayden"

El mayor de los Espargaró es de los más activos de MotoGP a la hora de pedalear y, pese a lo triste que está, dice: "No voy a dejar de montar en bici por nada".

México
Aleix: "No puedo quitarme de la cabeza el accidente de Hayden"
Mela Chércoles

Cuando Aleix Espargaró llegó al Mundial para hacer su primera temporada completa en 2005, AS juntó al español y a Nicky Hayden en el paddock de Sachsenring el 30 de julio, porque esa fecha es la del cumpleaños de ambos. En 2004, al día siguiente de ganar el CEV en Jerez, el de Granollers estaba realizando un reportaje para televisión y coincidió por allí con el de Kentucky. Le dijeron que le saludara mientras le grababan y, aunque no le conocía de nada, su carácter abierto le empujó a hacerlo. El simpático estadounidense le recibió con cordialidad y desde entonces se saludaban cada vez que se enontraban. No extraña ahora que en la trastienda de su box en Le Mans nos cuente que está hecho polvo por el gravísimo accidente de Nicky mientras se entrenaba por una carretera de Italia en bicicleta. Y a ello hay que sumarle su pasión por el ciclismo, lo que hace aún más sensible la conversación con el mayor de los Espargaró. Ahora tienen 27 y 35 años. En aquella foto del 30 de julio de 2005, 16 y 24.

-Tenía pendiente preguntarle por el accidente en bicicleta de Nicky Hayden mientras se entrenaba en Italia. ¿Qué puede decir?

-Estoy muy fastidiado y es una faena muy grande. Nicky, después de estar tantos años luchando en la pista en uno de los deportes con más riesgo del mundo, va y le pasa esto, un accidente con una maldita bicicleta le tiene como le tiene. Estamos rezando. No me lo puedo quitar de la cabeza y estamos esperando a que ocurra un milagro. Es muy difícil que ocurra, pero los milagros a veces ocurren. Yo soy un tío muy positivo, pero ya digo que no me lo puedo quitar de la cabeza. Estoy muy fastidiado.

-¿Le hace replantearse su pasión por la bicicleta? Maverick ha dicho que igual es momento de pasarse al mountain bike...

-Cada día hay accidentes y éste nos toca muy de cerca porque es un amigo de profesión, pero no por ello te tienes que quedar en el sofá de casa. No creo que la solución pase, en mi opinión, por castigar muy duramente a los conductores. Para mí pasa por dar una educación de base y notaremos los cambios en die o quince años. Hay que educar a los chavales que crecen, para que sepan que hay que respetar a los ciclistas igual que a los peatones. La cultura ciclista está creciendo en nuestro país y es momento de educar a los más jóvenes para que entiendan que hay que vigilar con los ciclistas lo mismo que con los peatones, pero no podemos dejar de ir en bici... Sí que es cierto que hay que vigilar mucho más, tratar de ir por carreteras menos peligrosas. En nuestro caso somos afortunados, porque al vivir en Andorra vamos por carreteras con pocos coches. Es verdad que hay que minimizar riesgos, pero si ha de pasar una desgracia así, pasará.

-Está apuntado con el dorsal 41 para La Quebrantahuesos del 17 de junio. ¿Sigue con intención de correrla?

-La verdad es que estoy un poco saturado físicamente y me vendría bien un poco de parón, pero es muy probable que la haga. Las carreras de bicicleta, ya sean de carretera o mountain bike, son el mejor sitio para practicar, porque es carretera cerrada. Te puedes caer y partirte una clavícula, pero en dos semanas otra vez a la moto. Para mí no hay más riesgo en eso que en ir un domingo a hacer motocross. Lo que sí es verdad es que es muy peligroso salir los domingos con los amigos a carretera abierta en bici. La Quebrantahuesos es un buen día para ir en bicicleta y si voy lo haré con la idea de bajar de las seis horas.

-¿Aprilia no pone ninguna pega?

-No creo que haya ningún problema. Al final hay que entrenar físicamente de una manera u otra y es muchísimo más peligroso hacer motocross que montar en bici. Además, soy feliz yendo en bici y no lo veo como un modo de entrenamiento sino como una forma de vida. No voy a dejar de ir en bici por nada.