Después de una larga faena, el Madrid toma el estoque hoy en Vigo en un partido que andaba metido en la rutina de la Liga y que el temporal en Galicia lo ha arrastrado hasta convertirlo en una final. Porque el 5 de febrero el Celta tenía la cabeza en otra cosa (las semifinales de Copa) y el ánimo por las nubes. Aquella tarde iban a jugar ante un Madrid de gala sus suplentes porque Berizzo reservaba a los mejores para la semifinal copera ante el Alavés. Salió mal lo uno y lo otro. Cayó el Celta en Vitoria y se vino abajo el voladizo de grada de río alto de Balaídos. El aplazamiento fue empeño del Ayuntamiento, único responsable del estadio. La decisión provocó un conflicto de intereses con el Madrid que metió en el partido al alcalde vigués, Abel Caballero. Y ahí sigue hoy, intentando evitar que se apague esa llama.
Ahora Vigo vive entre el homenaje y el duelo por el trayecto del equipo en la Europa League. Ahí echó todo el carbón, hasta el punto de enlazar cinco derrotas consecutivas en Liga que le han llevado a la 13ª plaza pensando en un título continental. Aspas sólo estuvo en dos de ellas y en ambas marcó. Es la gran baza del Barça y del Celta, que con el corazón herido saldrá hoy de gala, con ocho cambios respecto al once del domingo en Mendizorroza si recupera a Radoja. Y llenará Balaídos (cien entradas quedaban ayer), que tiene ganas de darle las gracias al equipo por su gesta incompleta en Old Trafford.
Para el Madrid el partido es media Liga. En el Día de las Letras Gallegas Zidane ya sólo entiende de números: cuatro puntos en dos partidos. Y se entrega a lo que sobrevive del once de las grandes ocasiones. Regresa Isco, que ha pasado de dar refresco a los innegociables a ser un innegociable al que dan refresco. Eso ordena al Madrid un 4-4-2 con Cristiano enaltecido como ariete. Ha metido once goles en sus últimos nueve partidos. Al Celta le ha hecho 18 en 11 duelos. Se esperan cinco cambios respecto al equipo que le ganó al Sevilla el domingo, con Casemiro, Modric, Marcelo y Benzema. El Madrid lleva 62 partidos seguidos marcando y ha ganado sus dos últimos partidos ligueros en Balaídos, pero en Copa fue su tumba. Hoy tiene más que perder y más que ganar.
