Gustavo Ayón y El Madrid ganan la Liga regular y se medirán en cuartos al Andorra
Llull sobresale y los blancos son primeros a falta de una jornada. Ya solo piensan en la Final Four. Felipe Reyes, el jugador más valorado de la historia de la Liga.
Los traspiés ajenos habían dejado dos balas en la recámara del Real Madrid para lograr el objetivo. Aprovechó la primera y ahorrará munición para la Final Four, que arranca el próximo viernes en Estambul. Ya es primero matemáticamente pase lo que pase este domingo en la última jornada. Campeón de la fase liguera por cuarta vez en los últimos cinco años y ventaja de pista ganada a pulso en todas las eliminatorias hasta la final. Si avanza, claro. En el primer cruce, el único ya definido de los cuartos, le espera el MoraBanc Andorra al mejor de tres encuentros. Su rival precisamente este domingo en un partido que los blancos no disputarían si pudieran. Guardarán efectivos y cruzarán los dedos para evitar contratiempos, como el de Ayón este jueves (molestias en la pierna izquierda).
El triunfo lo adornaron los 21 puntos de Llull (MVP con 33 de valoración), el destape ofensivo de Taylor y un nuevo récord de Felipe Reyes. Desde esta noche, el jugador más valorado en la historia de la Liga por delante de Alberto Herreros: 9.708 de valoración, estadística que se computa desde la temporada 1991-92.
Decíamos que el Madrid no dejó pasar la ocasión. Se la ofrecieron en bandeja de plata y la cogió al vuelo. Laso reservó a Rudy (Thompkins no estaba inscrito) y el Joventut, ya salvado, echó de menos por problemas físicos a Vidal, Abalde, Miralles y Nogués. Los de Ocampo arrancaron guerreros: 4-9 con Bogdanovic ya entonces como el mejor verdinegro. Pero hubo giro brusco en seis segundos, los que tardó Carroll en anotar un triple desde la esquina derecha, correr por detrás de Terry Smith para robarle el balón en el saque y encestar desde el otro lado. Fue de dos porque pisó la línea, pero tenía alma de triple. En seis segundos, cinco puntos de esquina a esquina.
Randolph echó una mano y el parcial ensanchó hasta un 26-7 con Taylor en acción. Intentaba mates y clavaba triples, aunque el jugadón de la noche llevó el sello de Doncic. Entrada por la derecha a comerse el aro, con postura de mate, y finalización volando por debajo del aro en rectificado y metiéndola limpia con la izquierda cuando casi tocaba el suelo. A lo Jordan, dirá alguno. Una pasada, en cualquier caso. Ventura trató de emularle luego, aunque con dos manos y de espaldas. Ganó la grada. De ahí en adelante, el Joventut no quiso arrojar la toalla, pero se la quitaron a base de acelerones: 89-58. Ahora es tiempo de Final Four. Para el Madrid ya no existe otra cosa, aunque deba hacer parada este domingo en Andorra.