Récord de locura en el béisbol tras un 'maratón' de seis horas

Cuando en una competición que tiene 141 años de historia se bate un récord es porque algo muy extraño, sorprendente y monumental ha ocurrido. Que entre el New York Yankees - Chicago Cubs de esta pasada noche/madrugada/amanecida y se explique.

Pasaba la una de la madrugada en Wrigley Field, las ocho de la mañana en España, cuando una maratón de partido de más de seis horas concluía, al fin, con la victoria de los Yankees sobre los Cubs tras 18 interminables entradas. Los de Nueva York anotaban su quinta carrera del día para dejar el 5-4 final en el marcador.

Por el camino se consiguió lo impensable: entre ambos conjuntos se combinaron para alcanzar los 48 strikeouts, la cifra más alta jamás vista en un sólo partido de Las Mayores. El anterior récord era de 43 y se consiguió en un partido con 20 entradas, el 9 de julio de 1971, entre los Oakland Athletics y Los Angeles Angels.

Las cifras de este duelo entre Yankees y Cubs marean: 15 pitchers salieron a jugar y se produjeron más de 500 lanzamientos.

Se llegó a este punto debido a que los bateadores tuvieron una tarde/noche/amanecida horrible. Sólo los de Chicago, en la novena entrada, mostraron algo del poder que les llevó a ser campeones el año pasado. Pudieron romper los duros lanzamientos de Aroldis Chapman, su antiguo compañero, para remontar a los Yankees tres carreras en lo que parecía el rush que iba a llevarnos al final del partido. Qué equivocados estábamos. Aún quedaban por jugar otras nueve entradas por lo que, en esencia, se disputaron dos partidos completos.

No se trata, no obstante, del partido más largo de la historia. Ni siquiera entrará en el top diez.

El partido más largo de la historia de la MLB se jugó entre los Milwaukee Brewers y los Chicago White Sox en 1984. Duró ocho horas y seis minutos y se alargó hasta las 25 entradas. De hecho, el juego se suspendió en la entrada número 18 y se reanudó al día siguiente.