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BUFFALO BILLS

El esperpento o cómo se gestionan los Buffalo Bills

El anticlimático cese de Doug Whaley, GM de la franquicia de NFL, justo después del draft, es una muestra más de lo mal que se hacen las cosas en el club.

El GM de los Buffalo Bills, Doug Whaley, se encarga de llevar el draft del equipo y justo después es cesado de su puesto.
Getty Images

Ramón María del Valle-Inclán no fue el creador del esperpento, pero sí probablemente la persona que más se consagró a la hora de ensalzarlo y elevarlo a las más altas cotas de creatividad en la literatura española desde la década de 1920. El citado término se asocia al “género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca y la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula”.

Como es lógico, resulta materialmente imposible que el inmortal escritor se estuviese refiriendo a los Buffalo Bills de la NFL, pero la época actual del club sería una inmejorable fuente de inspiración por las cotas de ridículo que están alcanzando.

¿Cómo se puede explicar sino el cese fulminante del GM Doug Whaley cuando todavía estaba caliente el teléfono que había sido utilizado para el draft? ¿En qué cabeza cabe una decisión de esta magnitud?

Los tiempos empleados por Terry y Kim Pegula podrían haber sido mejores y coinciden en el mismo proceso que se encuentran ahora mismo con el otro equipo profesional de su propiedad, unos Buffalo Sabes que andan a la busca de nuevo técnico y GM.

Es verdad que la presencia pública de Whaley se había reducido casi hasta la mínima expresión, esto es, inexistente, y no se había dirigido a los medios de comunicación de la Senior Bowl de enero, quedando en un segundo plano en favor de Sean McDermott, y que su gestión había quedado en entredicho con las múltiples elecciones fallidas en los drafts anteriores, tanto en jugadores que han mostrado potencial, pero que se han visto condicionados por las lesiones (Sammy Watkins) como por aquellos que no han terminado confirmándose como promesa.

¡Y eso que ni siquiera hemos llegado a abordar el caso de Tyrod Taylor!

Lo cierto es que si desde los dueños no estaban satisfechos con esa labor, ¿cómo es posible que le dejasen los mandos de las operaciones en el draft? Y si lo estaban, ¿acaso estas últimas elecciones han tenido algo que ver?

Para aliñar un poco más el asunto, resulta que los propietarios si estaban contentos por cómo se había desarrollado.

¿Entonces?

Si alguien le encuentra razones de peso, que lo explique, porque el proceso de reconstrucción o vuelta a la senda competitiva, una que no se ha caracterizado bajo el régimen de cuatro años de Whaley, con récord positivo en una campaña en solitario, se ha ralentizado aún más o se le ha privado de las herramientas necesarias para seguir ese camino.

Desde ese punto de vista, al menos el nuevo GM tendrá la oportunidad de tener a su disposición dos primeras rondas el año que viene gracias al traspaso con los Kansas City Chiefs en la operación por Pat Mahomes II.

Aunque la clave será lo que se vaya a hacer con ellas.