El caos se hace dueño y señor de los New York Mets
La lesión de Noah Syndergaard, que causa baja de forma indefinida, supone un revés inmenso para un equipo que ya caminaba sobre el alambre.
Si decimos que la última semana ha sido un período relativamente convulso y, al mismo tiempo, confuso para los New York Mets, seguro que nos quedaríamos cortos, pero todos estos malentendidos, todas estas opiniones enfrentadas y toda esa mala gestión de lo que ha rodeado el brazo derecho de Noah Syndergaard y zonas aledañas le acaba de poner en una situación realmente muy complicada a los chicos de Queens.
No, los New York Mets no están sentenciados, pero sí acaban de recibir un varapalo contundente para sus aspiraciones en 2017.
Si había alguien sobre cuyos anchos hombros podían descansar las aspiraciones de los metropolitanos eran los de Thor, ese avatar del dios nórdico que toma presencia material en la persona del texano Noah Syndergaard, el pitcher que parte de inicio de los partidos y cuyos lanzamientos por explosividad y calidad rivalizan con los que se puede disfrutar en el simulador de béisbol de vuestra elección.
Sin embargo, Syndergaard como ‘macho alfa’ de los Mets no entiende de dolores, no entiende de molestias y “conoce mejor su cuerpo que cualquier otra persona”. Sin embargo, su última apertura en la que no había participado por “molestias en el bíceps y hombro” y que le hizo rehusar a someterse a una resonancia magnética que podría haber determinado si pasaba algo en ese valiosísimo brazo derecho y evitar males mayores, ha sido un ejemplo de una cabezonería que puede traer resultados desastrosos para él y para su equipo.
Y eso es lo que pasa. El caos se desata y marcha campante a todos los niveles de los metropolitanos, desde unos servicios médicos que están permanentemente en la picota por el diagnóstico y previsiones respecto a los percances que pueden sufrir las estrellas del equipo hasta una gerencia y cuerpo técnico que no tiene la información necesaria y que no puede evitar que Matt Harvey se deje la piel (y casi la vida) en el gimnasio para salir al día siguiente contra los Braves con la luz de la reserva encendida y sin la frescura necesaria para triunfar en el exigente mundo de las Mayores.
Ahora los peores presagios se confirman y ‘Thor’ tiene que abandonar el encuentro de anoche frente a los Nationals con lo que se ha terminado diagnosticando como un “desgarro parcial de su músculo lateral derecho”.
Viaje a la lista de lesionados y baja indefinida.
Los New York Mets se encuentran literalmente entre la espada y la pared con gran parte de sus estrellas causando baja, con un Yoenis Céspedes que regresó antes de lo aconsejable y ahora lucha por estar de vuelta cuanto antes, sin fecha para la vuelta de David Wright, y con dos opciones para la rotación, como Steven Matz y Seth Lugo que no volverán antes de junio.
Y eso que no hemos dicho nada del pobre papel desarrollado por José Reyes, que hace bien poco impulsaba su primera carrera del año, y que es el exponente más significativo de un colectivo que está promediando un .217 de media de bateo, indigna de este nivel.
La gestión de los problemas físicos de Syndergaard nos hace sospechar que los jugadores parecen imponerse demasiado a menudo sobre los servicios médicos, que éstos han tenido jornadas mejores, y que todo ese coctel explosivo les coloca en una posición muy desventajosa respecto a los Nationals, que también han perdido para todo el año a su leadoff hitter Adam Eaton por romperse el ligamento cruzado anterior.
Sin embargo, si algo nos demuestra este deporte es que se trata de una maratón y no un sprint, aunque los Mets están ya jugando con fuego y pese a que todavía estamos en mayo.