El Madrid, sin Ayón, suma ya 50 triunfos este curso

De las trampas de David Blatt a las del calendario. El Madrid desactivó las primeras en Turquía y no cayó este domingo en las segundas, tras aterrizar procedente de Estambul apenas un día y medio antes con el billete a la Final Four en el bolsillo. El Movistar Estudiantes lo intentó. Jaime Fernández fue un referente (14 puntos y 6 asistencias) y Alec Brown lució manita (cuatro triples en el último cuarto) y voluntad en la zona aunque las faltas le lastraron.

Los colegiales, sin embargo, echaron de menos a Edwin Jackson, máximo anotador de la Liga (21,9 de media). Era un partido para que el francés se luciera ante los ojeadores NBA (casi una docena en el WiZink Center), porque aquella Liga es su objetivo. Y era un día también para pelearle a Llull el MVP del curso, pero no salió bien parado del reto individual. Los blancos le anularon: 8 puntos, ninguno en la segunda parte (4 de 13 en el lanzamiento y tres pérdidas), mientras que el base menorquín (18 tantos, 7 rebotes y 4 asistencias en 34:10 en pista, una minutada, por cierto) volvió a liderar al Madrid. La victoria número 50 esta temporada en 66 partidos. Un 75,7% de triunfos en la temporada más cargada en la historia del baloncesto europeo de clubes que se reparten así: 26 en la Euroliga, 21 en la Liga y tres en la Copa.

Para el Real era el colofón a una semana de mucho desgate físico y emocional, tras vivir un playoff de Euroliga y llegar el martes a Turquía con la obligación de ganar al menos un duelo en el Volkswagen Arena. Se llevó los dos, pero ya en casa le costó centrarse en el derbi. Arrancó bien, con ganas de sentenciar pronto (11-2) y con Maciulis como hombre guía (el lituano no jugó ninguno de los dos duelos en la cancha del Darussafaka).

Luego perdió fuelle y recibió una sonora contestación: 1-15 de parcial gracias a Jaime Fernández y a los pocos minutos buenos de Jackson, y también a un cambio defensivo que no funcionó (cuatro jugadores en zona colocados en rombo y Carroll en individual sobre Jackson). Los de Laso venían de una zona 1-2-2 que se había mostrado efectiva. A todo esto, Ayón vestía de calle (Thompkins fue dado de alta en su lugar) y Randolph no entró hasta el tercer cuarto y no se calentó. Quizá su peor actuación del curso.

El derbi se movió en el alambre (50-50) hasta el final del tercer cuarto. Un 13-0 resolvió. Doncic, en aportación exprés, sangró con tres canastas seguidas la defensa individual de Jaime Fernández cerca de aro (más de 15 centímetros de diferencia). La herida era de 15 puntos (68-53) y ni los cuatro triples de Brown en un suspiro pudieron coserla.

Si el Madrid vence en los cuatro partidos que le restan (Manresa, este jueves, y Zaragoza, el sábado, fuera; Joventut en casa y la última salida a Andorra) acabará líder. El Estu no se lleva el derbi en pista ajena desde hace doce años (junio de 2005), pero vivirá un final de temporada tranquilo. Sin playoff y sin sufrir por el descenso. A ver el año que viene.