Escribá necesita grandeza
El Villarreal podría atar el quinto puesto simplemente con ganar sus finales de casa (Sporting y Depor). Una alegría impensable cuando hace nada la Segunda sonrojaba. Ha sido capaz de tumbar a este Atleti, de empatarle a Barça y Madrid y de seguir peleando por ser el menos goleado, un hito que habla bien de su competitividad. Sin embargo, nadie ha tratado aún con Escribá su renovación. ¿Cuál es el motivo? Ni el KO en la Champions ni el chasco en la Europa League ante el Roma. Las dudas las crean la falta de identidad y la intermitencia para revivir noches de gloria.
Si algo detestan Roig y Llaneza es ser uno más. El proyecto de cantera, el brillo de la caja y la política de compras y ventas están diseñadas para hacer del Submarino un club humilde pero ejemplar. Por eso urge que el juego esté a la altura de tanta grandeza. No vale ganar de cualquier forma ni lograr los objetivos a cualquier precio. El Villarreal viene de arrastrarse en Vitoria y de meterle mano de mala forma al Leganés, cuando en su mejor época presumía de estilo y de semifinales por aquí y por allá. La importancia de las salidas que le quedan (Calderón, Camp Nou y Mestalla) va más allá de los puntos. Es la ocasión ideal para recuperar el sello y la fama. Escribá depende de ello.