El partido con los blancos puede ser el último ensayo para la final de la Europa League. Si no la alcanzara, igualmente saldría con todo para saldar cuentas.
Otra vez, al igual que en febrero, la visita del Real Madrid a Balaídos vuelve a ser algo secundario para el aficionado del Celta. Si por entonces su atención estaba centrada en la opción de alcanzar la final de la Copa, ahora piensa en exclusiva en la Europa League. Cuando el próximo 17 de mayo el cuadro merengue se la juegue en tierras gallegas, los celtiñas o bien estarán preparando la final que disputarán justo una semana después en Suecia o, por el contrario, lamentándose de haber caído una semana antes en semifinales contra el Manchester United.
En cualquiera de estos dos escenarios Berizzo apostará por su equipo de gala. En febrero iba a presentar una alineación plagada de suplentes tres días antes de jugar la vuelta de la semifinal copera con el Alavés. Sin embargo, ahora el partido con los blancos puede ser el último ensayo general para la final de la Europa League. Si no la alcanzara, igualmente saldría con todo para saldar cuentas por las insinuaciones que se vertieron sobre el Celta en el monumental embrollo de la cubierta.