Más sobre Kerr: sufre y podría no volver a entrenar este año
El técnico de los Warriors, que ya se perdió el tercer partido, no estará con los suyos en el cuarto y sigue con dolores fuertes.
Aquella maldita operación de espalda... Steve Kerr compareció ayer ante los medios de comunicación para aclarar las dudas sobre su estado físico. Las sensaciones son malas y sus respuestas y expresiones, preocupantes. ¿Habrá entrenado Steve Kerr su último partido esta temporada? ¿Será la última campaña de su carrera en los banquillos?
Las preguntas, por duras que parezcan, no están sacadas de contexto. Adrian Wojnarowski, de Yahoo Sports, escribía ayer que los fuertes dolores de espalda, de cabeza y las náuseas están llevándose a bocados las fuerzas y la ilusión del técnico. Según explicó el propio Kerr, hace unos cinco días que sus síntomas empeoraron sin razón aparente y por eso no pudo estar con el equipo en el tercer partido y tampoco estará en el cuarto. El entrenador aseguró que está en constante contacto con sus médicos y que no volverá hasta que no considere que puede volver para quedarse.
"Todos conocéis mi historia", dijo Kerr. "Durante el último año y medio he estado lidiando con dolores crónicos, desde mi operación de espalda. Ha sido difícil, pero lo he podido manejar. Creo que he entrenado unos 150 partidos seguidos. Es algo con lo que he lidiado desde entonces, más o menos bien, pero por alguna razón los síntomas empeoraron esta última semana y no pude entrenar. Desde el final del segundo partido no he podido estar cómodo y por eso no estuve en el banquillo (en el tercero). Estoy en contacto con mis médicos y si la cosa mejora volveré al banquillo, pero solo lo haré si siento que estoy en condiciones de ayudar al equipo", añadió el técnico visiblemente afectado por la situación.
Kerr no quiso entrar en detalles sobre sus síntomas y se limitó a hablar de dolores de espalda y cabeza, pero admitió que existe la posibilidad de que no pueda volver en lo que queda de playoffs. El entrenador de los Warriors explicó que espera poder tomar una decisión definitiva en las próximas semanas y que no entrará y saldrá del equipo porque no beneficiaría a nadie. Confía en Mike Brown y en el resto de su cuerpo técnico.
Al ver y escuchar a Kerr hablar sobre sus problemas es fácil entender la gravedad del asunto. Y por eso aparecen en las cabezas de todos las preguntas iniciales. ¿Hasta cuándo vale la pena luchar por seguir entrenando en una situación así y una vez has ganado todo lo que ha ganado ya él?