Todas las mentiras del Draft que caben entre Garrett y Trubisky
Los Cleveland Browns pueden tener clarísimo a quién quieren con el #1, o no, pero lo que es seguro es que les convienes que haya confusión.
La inmensa mayoría de las cosas que ocurren antes del Draft de la NFL son mentira. Ningún equipo suele tener ningún motivo para decir la verdad sobre el proceso y todos ellos tienen, en algún instante, un beneficio potencial muy obvio por engañar a los rivales. Es por eso que las filtraciones que se hacen a la prensa son interesadas, y aquí me atrevo a decir que en todos los casos. Ni siquiera todos los miembros de un equipo directivo, o de un grupo de entrenadores, saben lo que van a hacer sus jefes como para mandar el mensaje público, siempre bien escondido bajo el epígrafe de "fuentes cercanas a", de qué van a elegir o qué les interesa.
Todo es mentira, no os quepa duda. Te pongas en el rol del general manager que te pongas, encontrarás en seguida la razón por la que es mejor que tus enemigos piensen que sigues ese camino en vez de aquel otro y, a la vez, descubrirás que aún en la más obvia de las elecciones, confundir al resto de franquicias es sano para las opciones de maximizar tus posibilidades.
Esta semana estamos asistiendo a la sublimación de este panorama. Los Cleveland Browns han soltado, en manada y a todo reportero que han pillado, que están considerando muy seriamente elegir a Mitch(ell) Trubisky con el número uno global el próximo jueves en vez de a Myles Garrett, el considerado mejor jugador de esta promoción de manera diré que unánime sin exagerar casi nada.
¿Por qué los Browns se han empeñado con tanto ahínco en cambiar la percepción global de que el #1 ya está decidido? Porque les conviene. Así de sencillo. En cualquier hipótesis, el mejor resultado posible para ellos pasa porque varios equipos piensen que Trubisky es una opción real.
Pongamos por caso que, en efecto, considerasen al quarterback de North Carolina como candidato real al número uno. En ese caso, esta filtración haría que los que consideran a Myles Garrett como un jugador generacional, un tipo capaz de cambiar una franquicia, un All Pro perpetuo, se atrevan a llamarles para ver que piden por ese #1 y si pueden aspirar a semejante joya. Así, si los Browns reciben una llamada de, pongamos, San Francisco, Chicago, Jacksonville, Tennessee... que son los equipos que les siguen inmediatamente en el orden del Draft, podrían sacar una buena tajada por su elección y, además, seguir escogiendo a Trubisky, que no aparece en el radar de ninguno de ellos (aunque esto pueda ser otra gran mentira, claro).
Vayamos al más real de los escenarios: que crean que Garrett es su hombre. Si es así, la confusión generada hará que los equipos que consideran que Trubisky es el QB ideal para su proyecto, y es sensato pensar que en los Jets o en Buffalo se maneja ese sueño, se vuelvan locos por tratar de asegurarse a su hombre y también llamarán a Cleveland a preguntar como está el tema de la venta del #1.
Sin la filtración de estos días, nadie llamaría a Cleveland para nada. Myles Garrett se convertiría en su gran estrella y el Draft comenzaría en el #2. De esta otra manera, ahora mismo hay media docena de equipos pendientes de negociar con los Browns por los más diversos motivos. Y en Cleveland, pues, tienen el as que querían: el jugador que más les apetezca a su disposición y, además, el precio de mercado del #1 por si quieren seguir acumulando elecciones.
El movimiento de filtrar información, pues, es beneficioso para ellos en toda circunstancia. Aunque sea mentira. Es más, sobre todo si es mentira. Porque entre Myles Garrett y Mitch(ell) Trubisky caben un buen montón de ellas.