Sergio: "Debo seguir en esta línea para lograr más majors"
Sergio García (Borriol, 1980) atendió a AS desde su casa de Suiza, donde reflexionó con calma después de su brillante victoria en el Masters.
¿Cómo sabe doce días después esa victoria en el Masters de Augusta?
Bastante bien. Todavía queda buen saborcito. Este año sentí la sensación de que había mucha gente que tenía ganas de que me llevase la Chaqueta Verde y, afortunadamente, sucedió. Y qué mejor homenaje que la gente gritando mi nombre en el green del 18. Fue muy bonito.
Ahora que ha tenido tiempo de reflexionar, ¿qué cree que fue diferente esta vez?
Mi actitud: mi manera de ver las cosas, la forma de aceptar lo bueno y lo malo, fue mucho mejor que en ocasiones anteriores. Augusta es un campo tricky, complicadillo. En los malos momentos, otras veces me habría venido un poco abajo y diría: ‘¿Por qué rebota mal la bola?’. En cambio estuve tranquilo y me calmaba: ‘¡Qué vamos a hacer!’. También fueron claves la confianza y la paciencia que tuve durante la semana.
¿Ese aspecto psicológico lo ha trabajado de alguna manera especial?
Yo me he dado cuenta, pero tengo gente alrededor que me ayuda en este punto. Obviamente mi padre, desde un punto de vista del juego, y mi futura esposa (se casa en julio) también me da confianza mentalmente. En general, mi grupo. Y me decían las cosas cuando estaban bien, y no se callaban en los momentos en los que pienso que acierto y en realidad están mal.
Marty, padre de Angela, su prometida, decía que se tiene que creer el mejor del mundo.
Creerse el mejor del mundo tampoco sé si es lo más ideal. Pero sí es cierto que cuando tengo la cabeza en mi sitio y voy con confianza, sé el buen nivel que soy capaz de tener. Así lo demostré en Augusta.
A nivel técnico, ¿qué es lo que más le convenció?
Augusta ha cambiado. Antes era de hierros, approach y putt. Ahora hay que pegarle muy bien y fuerte al drive, y en ese aspecto me sentí muy cómodo y fue básico. Apenas fallé. Eso me dio opciones de ir a greenes con palos más cortos y dejarme mejores oportunidades. Me encontré muy bien con todo mi juego.
Desde 1999, en que irrumpió, hasta ahora ha pasado por todo. ¿Cómo ve su evolución?
He disfrutado mucho. Ha habido altibajos, como es normal en una carrera de casi 20 años. Pero aprendes más de los momentos duros que de los buenos, en los que sale todo fácil. En situaciones difíciles piensas en que si hubieras hecho algo diferente, te habría ayudado. Creo que eso es positivo y me ha ayudado a mejorar como jugador y como persona. Ahora estoy en un buen momento personal y eso influye en lo deportivo.
Tras el Masters afirmó que tenía margen de mejora...
Sí. A nivel mental, pienso que puedo tener muchas más semanas como las de Augusta. A nivel técnico, puedo seguir creciendo, sobre todo siendo más preciso con el juego corto.
Ya no le preguntarán cuándo va a ganar un major. ¿Siente que se ha quitado al fin un peso de encima?
Un poquito (se ríe). Pero al final no es algo tan grande como la gente pensaba. Sí que es bonito haber vencido, pero ahora me preguntarán: ‘¿Cuándo vendrá el segundo?’. Nunca estamos totalmente satisfechos. Eso es lo que me va a llevar a seguir mejorando. Hay que continuar en esta misma línea para lograr más torneos y más grandes.
¿Cómo vive la irrupción de Rahm? ¿Es una motivación?
Lo que está haciendo Jon es muy bueno para el golf español y para el deporte. A mí no me ha mejorado, porque yo voy motivado siempre y me exijo a mí mismo esté quien esté delante. Pero me ha hecho feliz ver a un español arriba en el ránking, ganando en EE UU...
Su primera aparición en España será en el Clásico del domingo, en el Bernabéu.
Sí, y encantado de que me hayan invitado al saque de honor en un gran estadio como el Bernabéu y en un Clásico. Llevaré la Chaqueta Verde. Esperemos que se vea un partidazo. Si el Madrid gana, la Liga estará casi hecha. Zizou ha hecho un gran trabajo con el equipo, que tiene muchísima intensidad.