Marcelo: contra el Bayern hizo más 'paradas' que Keylor
Un ciclón en las dos costas: evitó dos goles cantados del Bayern, mientras que el portero sólo hizo una parada. Luego burló a tres rivales en el 3-2. “Nos toma el pelo”, tuiteó Babel
Si hay un futbolista capaz de ser decisivo en las dos áreas por igual, ése es Marcelo. El brasileño fue el salvavidas para abortar dos goles cantados en momentos críticos y se puso medio Bayern por montera en el 3-2 blanco que le regaló a Cristiano. Un ciclón.
Para su partido número 400 con el Madrid, Marcelo se guardó una noche memorable. En una de las facetas donde tiene detractores, la aportación defensiva, hizo más ‘paradas’ que Keylor. Literalmente. El costarricense sólo detuvo un balón... y el lateral evitó dos goles cantados. Primero en el 8’, lanzándose de costado a evitar un fogonazo a bocajarro de Thiago. Después, en el 50’, una más difícil todavía: metió la cabeza (mide 1,74 metros) para evitar un remate bombeado de Robben en la misma línea de gol.
Al holandés lo martirizó también en la otra costa. Ahí donde Marcelo saca recursos inauditos. A punto de alcanzar la prórroga, convirtió a Robben en el burlador burlado. Le hizo una bicicleta con salida hacia adentro y el holandés acabó en el suelo. Fue el mejor de los nueve regates que hizo con éxito ante el equipo bávaro.
Marcelo, al que le ha perseguido el sobrepeso durante su carrera (llegó a presentarse al primer entrenamiento de 2013 con seis kilos de más), está en plena madurez física pese a ser el único en la plantilla sin recambio por la dimisión de Coentrao. En el minuto 109, centelleó durante 45 metros en los que, cronológicamente, se fue de Kimmich, esquivó a Kassai (sí, el árbitro), se coló ante Thiago y pasó como una exhalación por delante delas narices de Boateng, que no se había visto en otra igual desde el famoso regate que le regaló Messi en 2015... El mundo cibernético echaba humo ante la exhibición. “Marcelo nos toma el pelo...”, tuiteaba a modo de broma el exdeportivista Ryan Babel.
El Madrid quiere otro tres con un ojo en el largo plazo y le gusta Theo. Pero Marcelo ya tiene el poso que tenía Roberto Carlos (527 partidos en Chamartín) y no da signos de debilidad tras diez temporadas a bordo. Cumplirá 29 años el 12 de mayo, es uno de los capitanes y en ocasiones lo hace notar. “Hablamos cosas antes de los partidos que luego no se hacen”, se quejó inmediatamente después del 3-3 contra Las Palmas. Ayer, la afición le despidió con una sonora ovación y se fue al vestuario besando el escudo de su camiseta mientras abrazaba a Agustín Herrerín, como tres viejos amigos: Marcelo, el histórico delegado y el Bernabéu...