Su esencia: El último equipo que seguirá en Oakland

Desde que los Oakland Raiders han confirmado que se marchan a pastos más verdes en el mundo de la NFL, sin fecha en firme a día de hoy, y que los Warriors van a cruzar la Bahía para jugar en San Francisco en un breve plazo de tiempo, los Athletics van a quedarse como el único exponente deportivo en el decrépito Coliseum, lo que resulta un panorama totalmente descorazonador para el aficionado deportivo de la ciudad. El equipo se mudó a la ciudad en 1968 procedente de Kansas City y consiguieron notables éxitos en los 70, con tres títulos seguidos, y también los 80 e incluso en los 90, pero se tienen que tomar muchas e importantes decisiones de cara a que los A´s sigan durantes muchos años más en Oakland.

Propietario: Lew Wolff y John J. Fisher **

Los socios que dirigen la parcela económica de los Athletics entraron en el equipo en 2005 y han permitido que Beane tenga libertad absoluta en la toma de decisiones en materia deportiva. Sin embargo, su incapacidad para conseguir un nuevo campo o asegurar el futuro del club en Oakland sigue siendo su mayor legado. 

Manager General: Billy Beane *****

Cuando Brad Pitt te interpreta en la gran pantalla, es que tu figura es incluso más trascendente que en el propio deporte en el que te has convertido en un visionario. Hace bien poco se cumplió el 15º aniversario del ‘no a los Boston Red Sox’, justo después del aciago final a la mágica temporada de 2002 y como reza en el final de la película, Beane sigue trabajando para buscar esa última victoria del año. Es verdad que ya no es el GM específicamente, sino que está en un ‘plano superior’ como presidente de operaciones beisbolísticas, pero su filosofía está presente en cada movimiento que efectúa el club. Ha tenido sus luces y sus sombras en los últimos años.

Entrenador: Bob Melvin ***

Cuando Billy Beane pensó en un técnico que fuese su extensión en el propio banquillo de los Athletics, no pudo haber acertado más que en la contratación de Bob Melvin. Presente desde el año 2011, el técnico es muy consciente del proceso de reconstrucción que afronta los A´s en la actualidad y es alguien que comunica muy bien con los jóvenes valores, reconfortándolos en los tiempos difíciles que están por llegar. Asimismo, tiene muy presente el mundo de las estadísticas avanzadas, con los ‘platoons’ que buscan siempre la ventaja en el cajón de bateo y es un firme creyente en los ‘shifts’ o volcados defensivos. En principio, su puesto no debería estar en peligro. 

Su gran estrella: Sonny Gray

Considerado hace no demasiado tiempo como uno de los talentos emergentes de las Grandes Ligas, Gray ha experimentado un bajón considerable en su cotización por numerosos problemas físicos, pero si se recupera, pertenece a la élite de la competición. 

Estrella ofensiva: Khris Davis

Cuando Billy Beane extendió sus redes en el mercado de traspasos y se hizo con Khris Davis, los expertos de la competición auguraban que, a pesar de su indudable pegada, los números del jugador sufrirían por su llegada a la caverna que es el Coliseum de Oakland. Nada más lejos de la realidad, puesto que Davis fue capaz de actuar con más regularidad que en ningún otro momento de su todavía incipiente carrera deportiva y recompensó a los californianos con la nada despreciable cantidad de 42 home runs y 102 carreras impulsadas, convirtiéndole en un auténtico chollo, se mire por donde se mire. Las expectativas son enormes para 2017 y los Athletics harían bien en aprovechar cuando su valor es más alto que nunca. 

Pitcher estrella: Sean Manaea

Pese a todas las enseñanzas del universo ‘Moneyball’, los aciertos en el draft y en traspasos han sido escasos en los últimos tiempos (veáse Josh Donaldson a Toronto), pero si hay motivo para la esperanza de los Athletics, que siempre debe haberla, es por la presencia de este talentoso zurdo que llegó en la operación que mandó a Ben Zobrist a Kansas City y que cuenta con unas prestaciones que le sitúan en lo más alto de la rotación para los próximos años. Su primera experiencia con las Mayores fue complicada, demostrando que lo que le sirvió en Ligas Menores aquí es más complicado, pero después del All-Star, tuvo una efectividad de 2.67 para acabar con una marca global de 3.86. Ir de menos a más en tu temporada rookie es extraordinario. 

PNC Park: O.Co Coliseum

El patito feo de la liga y de las instalaciones deportivas de USA. Es el único estadio donde se juega béisbol y football (casa de los Oakland Raiders), y cada año se cae un poquito más a trozos. Antaño era una delicia ver béisbol con las colinas de Oakland al fondo, pero volvieron los Raiders y el polémico dueño de los Raiders, Al Davis, se le metió entre ceja y ceja construir otro anfiteatro que tapaba esa vista. Están en búsqueda permanente de un nuevo ballpark, que quizá les saque de esta distintiva ciudad. 

La mayor superficie de foul en la liga

El Coliseum de Oakland no posee la mayor superficie en el outfield de toda la competición, pero lo que le convierte en un campo excelente para los pitchers es que el territorio foul es el más grande con diferencia de toda la MLB.