El precio de los Seahawks por Richard Sherman sigue bajando
El divorcio con Seattle parece inminente y el equipo está decidido a encontrarle un destino.
El gerente John Schneider y el coach Pete Carroll han sido por demás indiscretos en lo referente a las negociaciones de canje para enviar al estelar cornerback Richard Sherman y sus trenzas lejos de Seattle. Y si ha sido así es por un motivo muy sencillo: No tienen miedo de herir ninguna susceptibilidad, pues de acuerdo a reportes fue el mismo Sherman el que solicitó dejar a los Seahawks.
¿Por qué? Eso solo lo sabe Sherman, pero líneas de investigación hay muchas. Una división de opiniones irresoluble con Carroll o alguno de los coordinadores, ya se cansó de la lluvia de Seattle, o simplemente porque cree que se cerró la ventana para obtener un segundo título.
Sea cual sea el motivo, los Seahawks parecen empeñados en cumplir con el deseo de Sherman, siempre y cuando el precio sea el correcto.
Ver a Sherman con otro uniforme, lo que hace unas semanas parecía impensable, cada vez toma más forma y fuerza conforme se acerca el draft. Hace algunas semanas, Sherman permanecía como miembro activo de los Seahawks porque, como era lógico, Schneider pedía tres vacas, dos gallinas y oro, incienso y mirra, o lo que equivale a un jugador de muy buen nivel, con salario bajo y una selección alta de draft. Lo que el gerente consideraba justo por un jugador de 29 años que ha sido tres veces All-Pro.
El problema es que nadie mordió el anzuelo, ni siquiera los Browns cayeron en esa trampa y posiblemente fue por falta de activos. Las exigencias de Sherman por cambiar de casa se mantienen, por lo que a los Seahawks no les queda más opción que ponerlo en oferta. Un nuevo reporte indica que Seattle ahora ha iniciado negociaciones solicitando una selección alta en la primera ronda del draft y otra compensatoria, un pacto similar al que envió a Darrelle Revis de los Jets a los Bucs en 2013.
Solo hay un par de problemas, el primero es que Revis era dos años más joven al momento de esa transacción y que el ex cornerback de los Jets era reconocido como el mejor de la posición en coberturas individuales, mientras que Sherman, aunque eficiente, siempre ha tenido el respaldo de su gran boca y de dos de los mejores safeties de la NFL para lucir.
Esos dos factores complican la posibilidad de que haya un equipo dispuesto a morder ese anzuelo, a menos que sea uno con activos suficientes para el canje y los ingredientes necesarios para considerar a Sherman la pieza que los lleve al siguiente nivel. En otras palabras, un equipo desesperado con la mentalidad de ganar AHORA.
Por otro lado, Carroll y Schneider no parecen tener ninguna prisa por complacer a Sherman a cambio de cacahuates. Si no hay nadie dispuesto a pagar el precio, equipo y jugador tendrán que solucionar sus diferencias de otra manera. Es decir, que Sherman se resigne, supere su berrinche y se ponga a jugar, que para eso se le pagan 11.4 millones de dólares.