Seis cambios que han llevado a Sergio García a ganar un major
La estabilidad en su vida personal, la mentalidad, un nuevo putter, la irrupción de Jon Rahm... algunos factores que han influido en el de Borriol.
Sergio García conquistó el Masters de Augusta, su primer major, en la salida número 74 de su carrera en un grande ¿Qué ha cambiado en él? El factor fundamental es “la calma”. Aquí unas claves:
Su relación con Angela Akins. Sergio pidió matrimonio a Angela en enero y se casarán en julio. Con esta texana ha encontrado una estabilidad y con su familia ha conocido un lado más competitivo de la vida. Angela es prima de Drew Brees, quarterback de la NFL y su padre fue otro afamado jugador de fútbol americano. “Son ganadores”, dijo.
Entorno positivo. En el chalet de Augusta convivió con el chef José Andrés o con Luis Figo, personas positivas. “No me quejo”, dijo. También estaba su familia, con su padre Víctor, que es su entrenador único.
Psicología. Pese a no ser partidario de coachs y psicólogos, Sergio ha trabajado mucho el aspecto mental en los últimos meses a nivel personal. Cuenta que ha sido un trabajo consigo mismo, pero reconoce: “Hay personas que me han ayudado mucho últimamente”.
Autocontrol. Otras veces, Sergio ha culpado de su mal juego al público, al campo... Ya no lo hace y es capaz de ejercer autocrítica. Además, en momentos difíciles no se sale de los partidos. “Sabes que tras un error tienes que seguir”, dice.
Trabajo con el putt. Con un juego largo y el swing sobrados, el trabajo en el green es lo que más le ha preocupado siempre. Desde marzo usa un putter nuevo, el Spider Red de Taylor Made, que no le va nada mal. Ayer le dio el Masters.
La aparición de Jon Rahm. La irrupción del prodigio de Barrika ha coincidido con el despertar de Sergio, que se ha liberado de presión a la vez que se ha visto apretado por Rahm. El resultado es genial: los dos en lo más alto del golf mundial.