James y Múnich: de soñar con el Madrid en el 0-4 a la pesadilla
Cuando jugaba en el Mónaco viajó a Múnich para animar al Madrid la noche del 0-4. Tras ser estrella en el Mundial fichó por el club blanco. Tres años después está sentenciado.
James Rodríguez regresa a Múnich y lo hace como jugador del Real Madrid, como soñó aquella noche del 29 de abril de 2014, cuando el colombiano, por entonces en las filas del Mónaco, presenció en las gradas del Allianz Arena el 0-4 de los blancos al Bayern de Guardiola, en la vuelta de las semifinales de una Champions que acabaría en las vitrinas del Bernabéu. James, que desde niño ya aseguraba a sus amigos que un día jugaría en el Real Madrid, no dudó en coger su coche y recorrer los 584 kilómetros que separan Montecarlo de Múnich para ver animar a sus ídolos. Incluso antes del encuentro estuvo en el Hotel Hilton Park, donde se alojaban los madridistas, para saludar a su amigo Cristiano (comparten representante) y fotografiarse con él.
En aquel viaje de hace 1.088 días se empezó a poner las bases del fichaje de James por el club blanco, que se concretó el 22 de julio de 2014 después de que el colombiano brillase en el Mundial de Brasil (fue Bota de Oro con seis tantos) y de que el Madrid desembolsase 80 millones de euros al Mónaco. Desde entonces, James ha vivido en una montaña rusa continua. De fetiche de Ancelotti en su primera temporada (jugó el 84% de los minutos posibles) a casi ser un jugador residual para Benítez primero, con el que no tuvo feeling desde el principio (jugó el 56,5% de los minutos) y para Zidane después. Esta temporadas sólo ha jugado 1.388 minutos de 4.380 (el 31,6%). Únicamente Coentrao, Mariano y el tercer portero Yañez han participado menos que él.
Un pie y medio fuera del Madrid
Después de que el Madrid conquistase el Mundial de Clubes, James (no jugó ni un minuto en la final) explotó: “Estoy feliz aquí, pero quiero jugar más. Tengo siete días para pensar”. Días después, tras ganar 3-0 al Sevilla y cuajar una gran actuación con dos goles, reculó: “Me quedo”. Pero Zidane sigue sin contar con él. La última muestra de su desencanto fue en Butarque. El colombiano fue titular y estaba jugando realmente bien, pero el técnico decidió sustituirle en el minuto 71. Entonces, el jugador, visiblemente irritado, salió del campo (“La concha de tu madre, no me pone un partido completo”, llegó a decir) y golpeó el banquillo. En el siguiente encuentro, ante el Atlético, no jugó ni un minuto…
A James, como a Isco, les condena el sistema 4-3-3 y la innegociabilidad de la Bale, Benzema y Cristiano en ataque. Y tienen que repartir los minutos entre ellos más Asensio, Lucas, Morata, Kovacic… James se siente frustrado y su gesto en Leganés no ha gustado en el club, que le ha sentenciado y le buscará una salida al acabar la temporada. Todo se encamina a un mal final para el colombiano que hace 1.088 días cogió su coche y se hizo 584 kilómetros para presenciar el 0-4 del equipo en el que siempre soñó jugar.
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