Sin Varane ni Pepe: las cuatro soluciones que maneja Zidane
El técnico afronta el tramo clave de la temporada con dos centrales lesionados, Nacho apercibido en Liga y Ramos, en Champions. Todo un rompecabezas.
1. Arriesgar con Nacho.
Nacho va a jugar en Múnich junto a Ramos, la duda es qué hacer con él en El Molinón. La principal pega es el fantasma de una posible quinta amarilla. El central madrileño arrastra cuatro y ver una en Gijón le impediría estar en el Clásico. Zidane maneja las variables para arriesgar. A favor: Nacho es un futbolista muy disciplinado tácticamente y de un gran autocontrol, su ratio de tarjetas es muy bajo (le muestran una amarilla cada 463 minutos de juego). En contra: la amarilla sería devastadora, plantear un partido sin tres de tus cuatro centrales contra Messi y Luis Suárez suena a lanzarse de cabeza y sin arpón a una piscina infestada de tiburones. En cuanto a Ramos no hay dudas: jugará en Múnich y se cuidará de no ser amonestado para poder jugar la vuelta en el Bernabéu.
2. Retrasar a Casemiro.
Si Nacho o Ramos ven amarilla (en Liga el primero y en Champions el segundo), Casemiro es el futbolista de la plantilla blanca que, sin ser defensa, mejor puede aplicar los conceptos defensivos. Especialmente en lo relativo al juego aéreo, una de las habilidades del brasileño. Es la principal solución que maneja Zidane si se quedara sin el canterano o el capitán. “¿Las bajas en defensa? Tenemos ahí a Casemiro”, decía Marcelo tras el derbi. Hay una especie de precedente este mismo curso. Jugó en Vigo en Copa ‘incrustado’ en el centro de la zaga, pero aquello no fue un 4-3-3 o un 4-4-2, los dos sistemas que maneja principalmente Zidane en su pizarra. El galo optó aquel día por algo novedoso. Jugó con dos carrileros (Asensio y Danilo) y tres atrás muy juntos: Ramos, Casemiro y Nacho. Es decir, Casemiro estaba arropado por dos centrales. El Madrid encajó dos goles (acabó 2-2) y quedó eliminado. Hasta ahora no ha jugado como central puro formando pareja en defensa de cuatro. Un hándicap a considerar.
3. Apelar a Tejero… o algún otro del Castilla.
Zidane siempre tiene la alternativa de recurrir a refuerzos del filial blanco, que por otro lado no está para lanzar cohetes en el Grupo II de Segunda B. Su central favorito del Castilla es Álvaro Tejero, una especie de nuevo Nacho (juega en todas las posiciones de la defensa) que era su guardia pretoriano en el filial y al que se llevó a la pretemporada por Montreal y Estados Unidos. En el trámite contra la Cultural (6-1) en dieseisavos de Copa, Tejero fue alineado como central… precisamente al lado de Nacho. También hay otras opciones en La Fábrica. Si sirve como indicativo, en la Lista B para la Champions están los castillistas Tejero, Salto, Javi Sánchez y el austriaco Lienhart. Es decir, todos los centrales posibles del filial menos uno de los titulares de Solari, Mario Hermoso.
4. Innovar con Danilo.
Una posible solución creativa y como emergencia para Gijón, quizá incluso como parche una vez empezado el partido si el resultado es muy favorable, es Danilo. Descartado Coentrao, que ni está ni se le espera, Danilo es el único lateral ‘reconvertible’ por su altura (1,84 metros) y capacidad de salto. Pero sería un movimiento peliagudo. Si ya chocó ver al brasileño jugar en cuatro partidos de esta misma campaña como ‘tres’ (pese a que resolvió aceptablemente la papeleta), colocarlo de central sería dejarlo expuesto a la ira del madridismo si comete un error grave. Esta temporada ha tenido varios y ya está en la mirilla del madridismo…