El Madrid se mete en la pelea por el liderato con 7 puntos de Ayón
El base firmó 15 puntos, 13 rebotes, 4 asistencias y 32 de valoración en un mal día de Llull. MVP de la jornada. Un parcial de 9-2 en los últimos 48 segundos dio el triunfo a los blancos.
Un parcial de 9-2 en los últimos 48 segundos, cuando el Baskonia tenía las garras preparadas (77-80) para asestar otro zarpazo en Madrid, dio la victoria al Real, que se mete así de nuevo en la pelea por el liderato. Segundo tras el Valencia, pero ya por delante del Iberostar Tenerife.
“Lo hemos regalado”, repetía Sito Alonso. Como entregaron el jueves el triunfo al Zalgiris en la Euroliga. Para ser justos, lo ganó también el Madrid aunque a veces no supiera si subía o bajaba. En un mal día de Llull (4 de 19 en el tiro), Luka Doncic firmó una actuación de esas que llenan titulares con letras enormes y aun así saben a poco. Acabó como MVP de la jornada con 15 puntos, 13 rebotes, 4 asistencias, 4 recuperaciones y 32 de valoración.
Recibió siete faltas personales y la última resultó decisiva. A cuarenta y tantos segundos del final penetró por la derecha. Budinger trató de ralentizarle con el brazo y, cuando se vio superado, le soltó un hachazo que le mandó contra el soporte de la canasta. Antideportiva (dos tiros libres y posesión) con el canterano dolorido y tendido en el suelo. Carroll entró por él y no falló desde la personal. En la acción posterior, Llull como en el día del campo atrás en la Copa, asistió a Randolph que la volvió a clavar sin inmutarse: 82-80. Al Baskonia se le encogió el ánimo y falló. La puntilla la dieron Randolph y Nocioni con cuatro tiros libres.
Tercera victoria consecutiva blanca este curso y 3-2 en los duelos directos, aunque el ‘average’ viaja a Vitoria: 77-62 en la ida. Al contrario de lo que ha pasado en la Euroliga, los blancos pierden la diferencia de puntos con el Gran Canaria y el Barcelona. La Liga se ha puesto preciosa y Felipe Reyes no desperdicia la ocasión para seguir llevándose hitos a casa. Esta vez acumuló 9 puntos y se convirtió con 5.313 en el máximo anotador madridista en la historia de la Liga. Dos más que Chechu Biriukov.
El Madrid arrancó con lastre. El que él mismo se puso por falta de actividad y atención. Tardo cinco minutos en meter la primera canasta y luego más de tres en inaugurar el segundo cuarto. Parciales de 0-8 en el inicio del primer periodo y 1-8 en el segundo. El primero lo cortó Laso con un tiempo muerto: “¿Vais a jugar sin ‘pegaros? Parecen aviones”. Malos ataques que provocaron varias galopadas visitantes. Tampoco cerraba el rebote y Budinger hacía pupa barriendo rechaces. Seis de los ocho primeros tantos llevaron su sello de autor.
Llull se había dejado el duende en casa, faltaba circulación y no había balones para tiros abiertos cómodos. Todo muy espeso. Taylor hacía una buena labor en su ya clásico marcaje a Larkin, pero cometía dos faltas y se iba al banco. El Madrid amagó reacción con fogonazos de Randolph, pero el Baskonia imponía su partitura: 17-26, minuto 13, tras otra canasta de Budinger.
Entonces, Doncic se vistió de pingüino y cogió la batuta para regalarnos un segundo cuarto deslumbrante. En esos diez minutos logró 10 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 3 robos y 19 de valoración. Cifras mareantes y empuje en cada acción. En el minuto 18 el Baskonia aún dominaba: 30-37 antes de un parcial de 10-0 (40-37). El de Liubliana había encadenado nueve puntos para cerrar el acto: un mate tras driblar de aro a aro, un 2+1 y dos canastas tras imponentes rebotes de ataque, además de dos asistencias, la última por la espalda para que Hunter machacara. Un gran espectáculo.
En la reanudación, cuatro técnicas (tres a los locales), pero Doncic seguía al timón y Llull metía sus dos únicos triples. Nada cambiaba y el Madrid alcanzó su máxima ya en el cuarto periodo (69-61). Doncic andaba en el banco y Hanga y Beaubois se enchufaron. Y Voigtmann. El Madrid recordó al del inicio. Rudy fallaba cada lanzamiento liberado (0 de 7) y Llull forzaba sin éxito, aunque en los tres minutos finales culminó dos entradas con hechura ganadora.
El último arreón baskonista llegó después de encadenar seis rebotes ofensivos. Hanga tuvo un tiro frontal y no falló. Tres arriba, 48 segundos y… balón a Doncic que sacó una antideportiva de su chistera. Lo ganó él con su cuarto MVP de la temporada (dos en la ACB y otros dos en la Euroliga).