Pablo Carreño cae y España se sitúa ante un imposible

El peor de los escenarios se vino encima. España perdió los dos puntos en Belgrado, en los cuartos de final de la Copa Davis, y se encuentra en una tesitura que no ha superado nunca: levantar un 0-2. A Serbia viajaron los dos mejores jugadores disponibles, los que seguían en ránking a los ausentes Rafa Nadal y Roberto Bautista. Y los dos cayeron. Primero ocurrió lo previsible. Novak Djokovic (2º) liquidó a Albert Ramos (24º) por 6-3, 6-4 y 6-2 en 1h:55. Y después Pablo Carreño (19º), la esperanza, no le hizo daño a Vicktor Troicki (39º) y perdió por 6-3, 6-4 y 6-3 en 1h:46. Tras el repaso, es inevitable preguntarse qué hubiera ocurrido con otro equipo. Siempre reconociendo a los que dieron el paso adelante.

Mañana (16:00, TDP) Carreño tendrá que volver a jugar, junto a Marc López para buscar una victoria que alargue la serie. Nunca han formado pareja. El catalán es campeón olímpico, del Masters y de Roland Garros. Pero con Nadal, Feliciano y Granollers. El asturiano, finalista del US Open 2016, con Guillermo García-López. Serbia podría, incluso, atreverse a tirar de Djokovic para buscar un 3-0.

"Al menos, me hubiera gustado hacerle un partido largo, cansarle", reconoció Ramos. Pero Djokovic, en la vetusta Sala Pionir, donde recordaba haber distrutado "de unos partidos de baloncesto memorables" de su Partizán, encontró vitamina entre sus fieles (incluida su familia) que casi llenaron en su partido las 5.800 localidades al reclamo del ídolo. No era ese ambiente espeso y brutal del básquet, pero rugió la grada con el "¡Nole, Nole!" y él se lo agradeció con una victoria sin ceder un set. Con pocas contemplaciones.

Sin rastro de la lesión en el codo derecho que le apeó de Miami, el número dos del mundo fue agresivo (26 ganadores y 28 errores no forzados por los 11/37 del español) en una pista en la que la bola casi no bota, amortiguada por el parqué de la cancha de debajo. Sólo ofreció a Ramos una oportunidad de break, en el tercer set. Encadena ya 12 victorias seguidas en Davis. "¡Idemo!" ("¡Vamos!") se animó. "Jugar y ganar en Belgrado significa mucho".

Luego, Troicki aprovechó la carrerilla y fue superior a Carreño. Semifinalista en Indian Wells y también en el mejor momento de su carrera, no fue capaz de meter en problemas a Troicki. La Davis pesa. Él lo sabe porque en Croacia pasó de villano a héroe ganando el quinto punto. El asturiano ofreció hasta 11 bolas de break, y el serbio convirtió cuatro. Él tuvo tres y no materializó ninguna. Serbia tiene tres oportunidades para meterse en unas semifinales que no pisa desde 2013. La Armada, al menos, sabe que seguirá en el Grupo Mundial. A España sólo le queda luchar. Y rezar para el milagro.