Sergio García, lanzado por el Masters de Augusta: es colíder
El español firmó una brillante segunda vuelta de 69 golpes y llegó a Casa Club con -4, igualado con Hoffman. También Jon Rahm va fino, con -1 en total.
“Sólo necesito estar mejor con el putt”, decía Sergio García, que unió un esplendido juego corto a sus ya conocidos colosales golpes de tee a green, este viernes convertidos en galácticos, y entró como colíder del Masters a la Casa Club de Augusta. -4 tras 36 hoyos. Está igualado con Charley Hoffman, que perdió fuelle, con Fowler y con el belga Thomas Pieters. El de Sergio fue un obús de buen golf cocinado a fuego lento, porque el de Borriol, con 19 visitas seguidas al major, está descubriendo la fórmula mágica: “Aquí la paciencia es importantísima. Unas veces tenemos más y otras menos, pero está funcionando. Este es un campo que tienes que conocer y en el que hay que tener un poco de paz”.
García, de 37 primaveras, salió a la segunda vuelta con el viento a favor en el temido National. Tres birdies seguidos con la fórmula mencionada. Golpazos desde el fairway, finísimos putts. También pasó complicaciones. La primera en el hoyo 10, el Camelia, donde hizo un bogey que preocupó de más a los aficionados. Los marcadores automáticos le daban un triple fallo, pero era mentira. Sergio lo sabía y atravesó el temido Amen Corner (11, 12 y 13) con sólo un bogey en el tramo final, en el Azalea. Ahí toco sacar la paciencia y cumplió. "Sé que esos errores van a suceder durante las vueltas, pero trato de ser positivo". Es el toque diferencial. No perdió los nervios y en el 15 y el 17 volvía a cazar dos birdies. De nuevo con el sencillo método: colosal hierro, colosal putt. El del 18, con otro golpazo, se escapó el putt para ponerse líder en solitario. Pero la vuelta, de 69 golpes, fue soberbia. "Estoy muy feliz con la forma en la que jugué, pese a hacer tres bogeys".
A García le queda el sábado un duro examen, porque el día de movimiento es el que peor se le da tradicionalmente según las estadísticas. En sus 18 Masters, promedia 74,92 golpes los sábados (72,50, los jueves, 73,11, los viernes y 72,69 los domingos), pero Sergio parece dispuesto a romper con todo. Con su mala relación con Augusta, con los números... Va lanzado en el major número 73 de su vida.
Si en estos días Sergio García se veía ensombrecido por la expectación que generaba Jon Rahm en esta segunda jornada ha sucedido todo lo contrario. El rookie de Barrika hizo una vuelta brillantísima, de 70 golpes, y se colocó en -1, a sólo tres golpes del de Borriol. Rahm fue más paciente, se sobrepuso al bajonazo del hoyo 10 (doble bogey), el mismo en el que sufrió Sergio. Después arrancó dos birdies a Amen Corner y presentó también su candidatura. El último en ganar la Chaqueta Verde para España, Chema Olazábal, acabó en +9 y no pasó el corte. Tampoco lo hizo Rafa Cabrera Bello. Pero el golf nacional tiene motivos para recuperar la ilusión este fin de semana con dos bazas muy importantes: Sergio García y Jon Rahm.