Piatti devuelve al Espanyol la ilusión de ir a Europa
El argentino anotó el único gol de un partido en el que destacó la inspiración de Jurado y el retorno de Baptistao. Diego Reyes nuevamente fue clave en la defensa perica.
Los Pericos van que vuelan rumbo a Europa. Pablo Piatti anotó el único gol de un partido en el que destacó la inspiración de Jurado y el retorno de Baptistao. Diego Reyes nuevamente fue clave en la defensa del Espanyol, que jugó todo el encuentro.
Se trataba de agarrar el último tren hacia Europa, que pasaba por Cornellà en marcha, sin detenerse. Así que no es extraño que finalmente se subiera al vagón un Espanyol con más querencia a la velocidad que el táctico Alavés y que quien liderara el esprint, el autor del solitario 1-0, fuera Piatti, uno de los más veloces del partido, con permiso de un Theo más anulado que de costumbre. Se ponen los pericos a tres del séptimo y cuatro del sexto merced a sus registros en Cornellà, y cierran los babazorros una semana ‘horribilis’, con tres derrotas, que le dejan en zona de nadie a la espera de la Copa, que no es poco.
Que el rendimiento de ambos no iba a tener nada que ver con las pobres prestaciones ofrecidas entre semana lo indicaban ya las alineaciones: seis cambios practicó Quique respecto al experimento de Bilbao y hasta siete Pellegrino de los que cayeron ante Osasuna. El siguiente paso fue evidenciar el enorme respeto mutuo.
Arrancó más estirado el Alavés, que gozó del monopolio del esférico en los primeros diez minutos, aun sin más peligro que un cabezazo fuera de Edgar. Su defensa de cinco no podía resultar más engañosa para quienes creyeran que se agazaparía: los laterales ejercían de carrileros (más Kiko Femenía que un Theo especialmente vigilado) y hasta seis jugadores participaban en una presión altísima para ahogar la salida de balón de los pericos.
Pero el Espanyol mantuvo la calma. Como los pintores, primero observó el paisaje y después inició los trazos para plasmar sus intenciones sobre el lienzo. Y fue progresando. Como el Alavés obstruía su principal arma, la velocidad, leyó con inteligencia las alternativas: combinar y, sobre todo, abrir el juego por las bandas. En una de ellas, y pese a no tratarse de un extremo, Jurado halló la inspiración. Desbordó primero, centró poco después para que Piatti cabeceara y también probó el chut, engañando a Theo mientras se desdoblaba Javi López. Aun así, ocasión tan clara como esa hasta el descanso había sido una volea de Camarasa, de primeras, que se marchó alta. A balón parado, recurso de los babazorros ante el atasco y su propio orden táctico.
Si el primer tiempo acabó con empate en el marcador y a los golpes, el segundo comenzó con uno de los ya clásicos arreones del Espanyol, que gozó de una oportunidad clarísima a los 50 minutos, en un balón muerto dentro del área que Gerard Moreno, retornado tras sanción, torpedeó con su zurda demasiado arriba.
Era solo el presagio del 1-0, que fabricó y culminó Piatti: el argentino forzó una falta a unos diez metros de la frontal, que ejecutó Víctor Sánchez para que prolongara David López con la espalda y fusilara el ‘duende’ perico, que ya suma diez goles en esta Liga. Instantes felices para un Espanyol, que al siguiente minuto dio entrada a Baptistao, en su regreso tras cuatro meses de lesión, y solo unos segundos después, a punto estuvo el brasileño de anotar el 2-0 ante Pacheco, con el que se reencontró después a la carrera. Otra clarísima.
Para entonces, buscaba el Alavés el empate, pero le faltó tanta pegada como picardía le sobró al Espanyol para ir parando el juego hasta el final.