El Madrid sentencia a James
La actitud tras el cambio en Leganés ha molestado al club, que le venderá al final de curso. Zidane seguirá contando con él para no depreciar su valor...
El Madrid ha sentenciado a James. Su enfado tras ser sustituido por Zidane contra el Leganés ha reafirmado al club en una decisión que ya tenía tomada: buscar una salida al colombiano cuando finalice la temporada. En la planta noble creen en la calidad del ‘10’ y piensan que triunfará en su nuevo destino, pero la situación se ha vuelto insostenible. El técnico francés tiene una idea de juego en la que no entra James y así lo ha demostrado (es el tercer jugador de campo con menos minutos de la plantilla).
Su talento está fuera de toda duda, pero no ocurre lo mismo con su personalidad. James, que llegó con la vitola de estrella mundial, no está preparado para un papel secundario. En el Madrid lo saben y han echado en falta que su actitud se hubiese asemejado a la de otros futbolistas que no han sacado los pies del tiesto a pesar de que en ocasiones han tenido menos protagonismo del que han merecido por su rendimiento (Lucas Vázquez, Asensio, Nacho…). Desde que llegó al club, el futbolista acumula hasta siete desplantes que han molestado tanto al cuerpo técnico como a la directiva.
La decisión es firme, pero de puertas hacia fuera la actitud será totalmente distinta. Zidane en ningún caso quiere perder para estos tres meses a un futbolista que sabe que puede ser importante en el tramo final. De ahí que haya restado importancia a su actitud contra el Leganés y que en conferencia de prensa respondiera con un tajante “sí” a la pregunta de si quería que el colombiano siga la próxima campaña. Esta será la línea a seguir por el técnico de aquí a final de curso.
Cuando finalice el curso y se abra el mercado la situación será muy distinta. Zizou pretende que el colombiano salga y que de esta forma Marco Asensio tenga un mayor protagonismo en el equipo, algo que se ha ganado con su rendimiento en el campo.
No obstante, el Madrid en ningún caso va a malvender al colombiano. Ofertas por él no faltarán y hasta siete equipos le pretenden. De ahí la importancia de mantenerle enchufado de aquí a final de campaña cobra doble importancia: ayudar al equipo y no depreciarse.