Westbrook: no hubo milagro pero la historia está cerca: ¡40 triples-dobles!
Los Thunder volvieron a perder pero Russell Westbrook ya está a solo un triple-doble de Oscar Robertson. Los Hornets sueñan con los playoffs.
Del milagro en Dallas y el milagro en Orlando, y las opciones de su equipo de ser cuartos del Oeste (inimaginable cuando comenzó la temporada) a la remontada encajada ante los Spurs y una dolorosa derrota en casa ante unos Hornets que mandaron siempre y no se disolvieron al final (101-113), ni siquiera ante una de esas cargas de furia ciega de Russell Westbrook, que once abajo y con menos de dos minutos por jugar seguía intentando lo imposible (tiro libre fallado a propósito después de triple en busca de la jugada de cinco puntos). Para entonces ya había certificado otro triple, al final 40 puntos, 13 rebotes y (se resistió la última) 10 asistencias (con 8 pérdidas y un 14/31 en tiros).
Westbrook no parió otro milagro pero fue su sexto triple-doble consecutivo. Y ya es el único que ha logrado algo semejante más de una vez en la misma temporada, una en la que suma 40 (siete con al menos 40 puntos, como Harden) y está a solo uno de los 41 de Oscar Robertson en la temporada 1961-62. Y a los Thunder les quedan seis partidos por delante. Así que lo tiene hecho, ya casi literalmente: firmará la temporada con más triples-dobles de la historia y se irá por encima del 30+10+10 de promedio si no pasa nada muy, MUY, extraño. Resultan alucinantes los números y resulta alucinante como nos ha acostumbrado a ellos. Casi nos parece rutina.
La derrota, eso sí, saca (43-33) a los Thunder de (en teoría) la lucha por la cuarta plaza. Ahora debería preocuparse más de cuidar a los Grizzlies en su espalda para no caer al séptimo puesto (queda un duelo directo en Memphis). Sea como sea, el equipo de Oklahoma City estará en playoffs y eso es un éxito atronador en el año I sin Kevin Durant. Los Hornets, por el contrario, pelean con la lengua fuera (36-41) por un octavo puesto del Este que tienen muy difícil pero no imposible después de seis triunfos en ocho partidos. Doce derrotas en trece encuentros entre enero y febrero dejaron casi fuera de una lucha a la que trata de volver un equipo que, en su mejor versión, sí es uno de los ocho mejores del Este. En Oklahoma jugaron un muy buen partido ofensivo ante una defensa rival casi siempre superada. Kemba Walker anotó 29 puntos incluido el triple definitivo (para 93-108) para liderar el goteo de puntos: Kidd-Gilchrist, Zeller, Kaminsky, Lamb…
Los Thunder no se encontraron en defensa y dependieron incluso más de lo habitual de Westbrook en ataque. Oladipo anotó 19 puntos y Roberson 12 (Abrines se quedó en un 0/4 en triples) pero los porcentajes fueron malos y se acumularon 24 pérdidas. En el primer tiempo, 18% en tiros sin Westbrook en pista y 53% con él. En el tercer cuarto, 16 puntos totales y 13 (los 13 primeros) de Westbrook, que volvió después de sentarse en el último parcial con menos de 9 minutos por jugar y su equipo a 15 puntos. No todos los días se puede hacer milagros. Ni aunque te llames Russell Westbrook y tengas la historia apretada en tu puño. Y a Oscar Robertson a tiro de un partido. El empate con Big O puede ser el martes ante los Bucks, el récord en miércoles, en Memphis y en lo que ahora huele a duelo directo…