Errores arbitrales amargan al Villarreal de Jona dos Santos
El juez Ocón Arraíz cometió multiplez errores y perjudicó al equipo del mexicano, que entró de cambio en la segunda parte y cometió un error que terminó por sentenciar el juego.
Ante partidos como éste, el VAR se antoja una solución urgente y necesaria en LaLiga pero escasa. Los tramposos seguirán haciendo de las suyas y no conviene descuidar la formación. Es imposible ver más jugadas polémicas juntas y decisiones del árbitro tan inapropiadas. El Villarreal, que buscaba incordiar a los de cuatro arriba, volvió a salir perjudicado, completando su retahíla de derrotas ante los equipos vascos. Mientras, el Eibar se encontró una remontada por el camino, a ratos casi sin buscarla, que amplía una semana más sus históricos y merecidos sueños de grandeza. Kike, con una acción de pillo y otra dekiller, dio la vuelta a un marcador que había abierto Soriano.
El primer tiempo estuvo desesperadamente trabado. La intensa presión arriba de ambos equipos desembocó en continuas pérdidas del rival y en una lluvia de faltas. Del enredo salió mejor parado inicialmente el Villarreal. Hizo un gol (gran centro de Mario), estrelló un balón en el larguero (Soldado) y pudo gozar de un mano a mano (Bakambu) del que le privaron por un inexistente fuera de juego. El Eibar, ordenado e intenso, vivió en ataque de la clase de Inui, del balón parado de Pedro León y de la raza de la dupla Kike-Enrich. Le faltó algo de peso en medio campo. Y le sobraron Bruno y Trigueros, poco brillantes pero muy trabajadores.
El descanso no enfrió los ánimos. Más bien hizo que entraran en ebullición. Nada más reanudarse el partido, Ocón Arráiz cometió los dos errores más graves. Dio un penalti al Eibar inexistente por una presunta zancadilla de Álvaro a Kike (marcó Pedro León)y le negó otro al Villarreal por una mano incomprensible de Lejeune. Ante tal confusión, al Villarreal le dio un ataque de nervios que le hizo perder el timón del partido. El Eibar, en sólo nueve minutos, remontó más tranquilo y con el viento a favor. Para Inui quedó en el 77’ la labor de sentenciar. El Villarreal sólo logró marcar (otra vez Soriano) en el 89’ pese a desatar un vendaval a la desesperada. El japonés, perla armera, ya había agarrado antes los tres puntos tras una pérdida absurda de Jonathan y antes de que se vaya a perder los dos próximos partidos para acudir, en misión diplomática en Tokio, a la recepción nipona a los Reyes de España.