cinco jugadores a seguir en la AL Oeste para 2017
Con la temporada a la vuelta de la esquina, seguimos repasando a aquellos que pueden marcar diferencias en la División Oeste de la Americana.
Cuando estamos a pocos días del inicio de la temporada regular de la MLB y después de una largo parón, en el que hemos podido analizar en profundidad a todos los equipos, vamos a hablar de que jugadores pueden ser factores diferenciales en la competición, centrándonos en esta ocasión en la División Oeste de la conferencia Nacional.
1. Yulieski Gurriel (Houston Astros)
Gurriel simboliza mejor que nadie lo que pueden ser los Astros en 2017. Después de años en los que los tejanos eran uno de los equipos con menor contacto de las Mayores encaran el nuevo curso como uno de los equipos que, según las proyecciones, mayor número de bolas pondrán en juego. Una especie de nueva versión de los Royals.
El cubano debutó en las Mayores el pasado agosto, convirtiéndose en la última gran estrella que huía de La Isla para probar suerte en el Gran Show. Su momento llegó antes de lo esperado debido a las lesiones que asolaron a los Astros y su rendimiento fue bueno. No brillante, pero si bueno.
Más allá de su .262 de promedio de bateo llama la atención la facilidad con la que hizo contacto con la bola. Gurriel consiguió tocar la pelota el 84.3% de veces en que hizo swing. Pensemos que LeMathieu, líder de bateo, tuvo un 90.2% y que la media de la liga estuvo en 78.2%. Si Gurriel no consiguió mejores estadísticas ofensivas fue porque una parte importante de esos contactos fueron débiles, algo que se debería corregir.
Quizás lo que preocupa más es su tendencia a cometer strikes y su dificultad para sacar bases por bolas. Este es un aspecto del juego en el Gurriel domino en Cuba pero en el que ya mostró signos de flaqueza cuando jugó en Japón. Otro elemento que puede lastrar su aportación ofensiva son los “shifts” defensivos. El año pasado demostró no ser capaz del golpear a todo el campo y es algo que los rivales van a aprovechar.
Las dudas no solo están en su rendimiento con el bate, sino también en su defensa. Sobre todo si tenemos en cuenta que después de toda una carrera en la tercera base los Astros pretenden moverle a primera. Cuando empezó el Spring Training le preguntaron sobre cómo sería adaptarse a su nueva posición. Al cubano se le dibujó una sonrisa en la cara y dijo: “Después de tantos cambios como ha habido últimamente creo que podré con uno más”. Ese optimismo y el tener a Jeff Bagwell como instructor son sus mejores armas.
2. Edwin Díaz (Seattle Mariners)
Esto es la MLB, una competición que va camino de cumplir 150 años. Así que cuando un novato rompe un récord que data de 1893 hay que estar preparado para cualquier cosa. El pasado 2 de agosto Díaz conseguía su strikeout número 50 habiendo lanzado solo 25 entradas y un tercio. Lo dicho, nadie lo había logrado en 123 años.
Es una simple anécdota, pero sirve para ilustrar el dominio que tuvo Díaz en cada una de sus apariciones desde el bullpen. Cerró su primera temporada en las Mayores con 51 entradas y dos tercios lanzadas, un ratio K/9 de 15.33, un ERA de 2.79 y un FIP de 2.04. Números similares a los de Kimbrel en su temporada de debut. Tan buenas fueron las sensaciones de Díaz que acabó arrebatándole el puesto de closer a un jugador establecido como Cishek.
Una bola rápida que en ocasiones toca las 100 millas por hora y una slider de las que rompen las cinturas de los bateadores son su carta de presentación. Si es capaz de mantener el nivel y se complementa bien con Cishek los Mariners serán un equipo muy difícil de ganar en finales apretados.
3. Yu Darvish (Texas Rangers)
En agosto de 2014, después de haber participado en tres All Stars de forma consecutiva, Darvish decía adiós a la temporada. En el Spring Training del 2015 se confirmaban los peores temores de los Rangers: iba a ser necesaria una cirugía Tommy John. El japonés se perdió todo el 2015 y la campaña pasada volvió a la lomita de forma gradual. Una apertura en mayo, dos en junio, tres en julio… Si sumamos los innings lanzados por Dawish en los últimos tres años no llegamos ni a 250.
La buena noticia es que en sus aperturas del 2016 dio la impresión de no haber pasado por el quirófano. Su velocidad no había bajado y sus números fueron francamente buenos. Volvió a ser una máquina de sacar strike outs, un K/9 de 11.84, su control fue mejor que en cualquier campaña anterior, 2.78 bases por bolas cada nueve entradas, y aunque su ERA fue algo alta, 3.49, tuvo un FIP de 3.09 que hace que en Texas sean de lo más optimistas.
En 2017 Darvish volverá a lo grande. No tendrá la presión de ser el ace del equipo, papel que parece reservado para Cole Hamels, y podrá seguir progresando poco a poco. En una división que parece de lo más apretado será necesario que saque a relucir su espectacular arsenal de hasta siete lanzamientos distintos si los Rangers quieren tener opciones de jugar en octubre por tercer año consecutivo.
4. Sonny Gray (Oakland Athletics)
La historia de Sonny Gray es el cuento de la lechera. En 2014 todo el mundo estaba encantado en Oakland. Tenían un ace de 24 años que no saldría a la agencia libre hasta el invierno de 2019 y que acaba de lanzar por encima de las 200 entradas con una ERA de 3.08. Si lo tradeaban iban a poder conseguir dos patos y tres gallinas.
Después de la temporada 2015 a Billy Beane se le hacía la boca agua. Gray había lanzado de nuevo más de 200 entradas, su ERA había acabado por debajo de 3 y solo Keuchel y Price le superaron en las votaciones del Cy Young. Si lo tradeaban iban a poder conseguir los dos patos, las tres gallinas y, además una vaca.
En 2016 el cántaro de leche se cayó al suelo. Las lesiones impidieron que Gray tuviera continuidad y cuando pudo jugar pareció un pitcher distinto. Tuvo problemas para localizar sus lanzamientos y esto se tradujo en un número especialmente alto de home runs, mucho contacto y más bases por bolas de las venía permitiendo en años anteriores. Si a esto le añades que la defensa los A’s fue una de la peores de la liga nos encontramos con un auténtico drama que podría resumirse en una cifra: 5.69 de ERA.
Es difícil que Gray recupere el valor que tuvo en el invierno del 2015. Lo que si puede recuperar es el nivel de juego. Ese debe ser el objetivo de los A’s para el 2017. Ayudar a que su ace recupere la confianza para que poco a poco se convierta en un activo importante tanto en el montículo como en los despachos.
5. Garret Richards (Anaheim Angels)
En Anaheim tienen una cosa segura y otras muchas en el aire. Lo único seguro es que Mike Trout es el mejor jugador de béisbol en el planeta Tierra. Una de las muchas sobre la que no tienen ni idea es su rotación. ¿Quiénes van a ser sus cinco abridores? ¿Quién será el ace?
Cuando tenían a Weaver la decisión era sencilla. Suicida, pero sencilla. Puesto que él era el que tenía el contrato más alto, él era el ace titular y punto. Así funciona la mente de Mike Scioscia. Este año empieza con muchas dudas en el pitcheo, tantas que la que parece su mejor opción para la rotación sólo lanzó 38 entradas en 2016.
Garret Richards debutó en las Mayores en 2011, y desde entonces ha ido avanzando lentamente pero con paso firme. Nunca ha dado la impresión de ser un pitcher estrella, pero si un brazo solvente que puede ayudar mucho. Apenas lanzó en 2016 debido a las lesiones, de hecho evitó la cirugía Tommy John de milagro. Si consigue mantenerse sano en 2017 (algo por lo que Trout reza todos los días) y los Shoemakers y Nolascos de la vida mantienen el tipo podrían soñar con pelear por algo en una división que será muy competida.